La cumbre tripartita entre Angola, Ruanda y la República Democrática del Congo que se celebrará en Luanda el 15 de diciembre de 2024 está alimentando conversaciones y especulaciones en la prensa de Kinshasa. En el centro de este evento diplomático se encuentra el presidente angoleño, João Lourenço, que actúa como mediador en el proceso de resolución de las tensiones entre la República Democrática del Congo y Ruanda.
Según las informaciones transmitidas por Fatshimetrie, esta cumbre reviste una importancia capital en un contexto en el que las relaciones entre Kinshasa y Kigali son tensas y en el que el este de la República Democrática del Congo sigue afrontando inestabilidad. La inminente llegada del presidente estadounidense a Luanda, pocas semanas antes del final de su mandato, plantea interrogantes sobre posibles reajustes estratégicos en la región. Algunos analistas ven este viaje de Joe Biden como un intento de reforzar la influencia de Estados Unidos en una zona marcada por tensiones crecientes.
La Tempête des Tropiques arroja luz sobre el origen de esta cumbre, que forma parte del proceso de Luanda, iniciado por el presidente João Lourenço. En este encuentro, convocado con el objetivo de promover el diálogo y buscar soluciones a las disputas entre ambos países, también estarán presentes los presidentes Paul Kagame y Félix Tshisekedi.
Congo Nouveau plantea la cuestión crucial de las relaciones personales entre Tshisekedi y Kagame, seriamente sacudidas tras las recientes tensiones provocadas por el supuesto apoyo de Ruanda al movimiento rebelde M23. A pesar de estas disensiones, el reciente acuerdo de “Concepto de Operaciones” firmado en Luanda entre los dos países abre perspectivas de cooperación y resolución de conflictos.
Le Quotidien detalla los pasos previstos para la implementación de este acuerdo, centrados en evaluar las amenazas, neutralizar los grupos armados, monitorear las operaciones y estabilizar la región. Estas medidas tienen como objetivo aliviar las tensiones y promover la reconciliación entre las dos naciones.
Sin embargo, Le Nouvel Observateur se muestra cauteloso sobre los resultados concretos que podría generar esta cumbre. El editorial destaca las posiciones divergentes entre los diferentes actores y subraya la importancia de un enfoque político sólido para lograr una resolución duradera de los conflictos.
Por último, Infos 27 advierte contra posibles maniobras políticas tortuosas por parte de Ruanda, recordando la necesidad de que la República Democrática del Congo permanezca vigilante ante estos peligros potenciales. La prensa de Kinshasa coincide en que se requiere prudencia y firmeza para garantizar la estabilidad y la paz en la región.
La próxima cumbre tripartita en Luanda representa, por tanto, una oportunidad única para renovar el diálogo y superar las tensiones regionales, sentando al mismo tiempo las bases para una cooperación mutuamente beneficiosa entre Angola, Ruanda y la República Democrática del Congo.