**Título: El acoso a los pequeños comerciantes transfronterizos en Kasumbalesa: Una realidad alarmante**
En el tumulto y bullicio del corredor de los pequeños comerciantes transfronterizos en Kasumbalesa persiste una situación alarmante: el lío de los pequeños transportistas y comerciantes que intentan sacar sus mercancías. Esta preocupante realidad, que a veces alimenta el contrabando, es el reflejo de un sistema complejo y oscuro que corrompe el funcionamiento de este crucial cruce fronterizo.
Los testimonios recogidos en el terreno destacan una extensa red de servicios no oficiales que operan en el corredor. Si bien se supone que sólo estarían presentes cuatro servicios reconocidos por el Estado, doce entidades no oficiales tuvieron lugar, en evidente desorden y bajo la mirada impotente de las autoridades y de la DGDA. Estos servicios no autorizados incluyen DEMIAP, GOBERNACIÓN, SERVICIOS ESPECIALES, NUEVAS TECNOLOGÍAS, FARDC, COSAS y CBTA. Todos estos actores exigen pagos inapropiados y ejercen presión financiera sobre los pequeños comerciantes y transportistas, añadiendo una capa adicional de molestias a sus ya difíciles vidas diarias.
Las consecuencias de esta situación son devastadoras para los pequeños empresarios de la región. Además de las tasas oficiales impuestas por la DGDA, estas múltiples barreras ilegítimas generan importantes gastos adicionales para los comerciantes y transportistas, reduciendo así sus ya escasos márgenes de beneficio. Los testimonios recogidos revelan casos en los que se exigen sumas de hasta 1.000 Fc en cada paso, por un total que puede superar los 7.000 Fc. Esta situación constituye un obstáculo real al comercio legítimo y pone en peligro la actividad económica de los pequeños actores del corredor.
Ante este alarmante panorama, aumentan los pedidos de intervención de las autoridades. Los pequeños transportistas y comerciantes transfronterizos exigen medidas concretas para poner fin a este acoso organizado que socava sus actividades económicas. La participación de las autoridades competentes es esencial para restablecer un clima de confianza y garantizar un entorno propicio para un comercio legal y transparente. Hay mucho en juego, porque la persistencia de estas prácticas ilegales perjudica no sólo a los pequeños empresarios, sino también a la imagen y credibilidad de las instituciones responsables de garantizar el buen funcionamiento del corredor Kasumbalesa.
Esta alarmante realidad revela la urgente necesidad de una reforma profunda del sistema de control y gestión del corredor de pequeños comerciantes transfronterizos de Kasumbalesa. Transparencia, integridad y rendición de cuentas deben ser las palabras clave en la lucha contra el acoso y la corrupción que plagan este cruce fronterizo vital para la economía local.. Es hora de actuar de manera concertada y decidida para garantizar un futuro mejor para quienes participan en el comercio transfronterizo y asegurar la prosperidad de la región de Kasumbalesa.