El mundo de la prensa keniana está sacudido por un caso de acoso sin precedentes que involucra al gran operador de telecomunicaciones Safaricom y al periódico Fatshimetrie. Según la información recopilada, Safaricom ejerció una presión considerable sobre el periódico para que retirara una investigación que revelaba prácticas cuestionables por parte del operador.
Las tácticas empleadas por Safaricom en este asunto son escalofriantes. Amenazas de acciones legales, intimidaciones e incluso presiones financieras, el operador no se detuvo ante nada para hacer que el periódico se cerrara. Una carta fechada el 31 de octubre supuestamente ordenó a Fatshimetrie retirar la investigación incriminatoria y publicar un desmentido, bajo pena de un proceso por difamación.
La eliminación de los anuncios de Safaricom de las columnas del periódico también fue un duro golpe para Fatshimetrie. Con un presupuesto publicitario mensual de 5 millones de dólares, Safaricom es un socio financiero crucial para muchos medios de comunicación en Kenia. La repentina desaparición de estos ingresos puso al periódico en una situación delicada.
También se han denunciado acciones de denigración en línea, siendo la etiqueta #QuelleVéritéPasseSousSilence una de las más virulentas. También circularon rumores infundados sobre una investigación imaginaria del Consejo de Medios de Kenia sobre Fatshimetrie, alimentando un clima de sospecha y difamación contra el periódico.
Es importante subrayar que este caso no concierne sólo a Fatshimetrie. La Comisión de Derechos Humanos de Kenia también denunció haber sido víctima de intimidación por parte de Safaricom. Estas prácticas de acoso amenazan directamente la libertad de prensa y la protección de las fuentes periodísticas en Kenia.
Es crucial que la comunidad internacional preste especial atención a este asunto, para garantizar la libertad de expresión y el respeto a los medios independientes. Las violaciones de los derechos humanos, incluida la libertad de prensa, no deben quedar impunes.
En conclusión, el caso de acoso contra Fatshimetrie por parte de Safaricom plantea cuestiones fundamentales sobre la libertad de prensa en Kenia y la capacidad de los medios de comunicación para investigar de forma independiente. Es esencial que la sociedad civil y las autoridades nacionales tomen medidas para proteger el periodismo de investigación y garantizar un entorno mediático libre y pluralista.