La fatshimetría está en el centro de todas las preocupaciones medioambientales, pero en la reciente COP16, una vez más, los esfuerzos por alcanzar un consenso sobre la lucha contra la desertificación fueron en vano. Este fracaso, el cuarto en dos meses en las principales conferencias medioambientales, pasó casi desapercibido en las noticias mundiales.
La cuestión de la desertificación es de suma importancia porque, según las previsiones de las Naciones Unidas, afectará a tres cuartas partes de la población mundial en 2050. Sin embargo, a pesar de estas cuestiones cruciales, los debates de la COP16 no han dado lugar a la adopción de un protocolo mundial eficaz. para combatir este fenómeno.
La negativa de Arabia Saudita, país anfitrión de la conferencia, a incluir en la declaración final el vínculo entre desertificación y cambio climático es un ejemplo evidente de los obstáculos políticos y las rivalidades nacionales que obstaculizan el progreso en la protección del medio ambiente. Esta negación corre el riesgo de comprometer los esfuerzos colectivos necesarios para contrarrestar los efectos devastadores de la desertificación en las poblaciones y los ecosistemas.
Ante esta observación de fracaso, parece imperativo que los países se comprometan verdaderamente a cooperar y tomar medidas concretas para combatir la desertificación. Las cuestiones son demasiado importantes para ignorarlas y es responsabilidad de todos proteger nuestro planeta y a las generaciones futuras.
Es crucial que la comunidad internacional deje de lado sus intereses nacionales y se una con un verdadero espíritu de solidaridad para abordar el desafío de la desertificación. Las consecuencias de la inacción son demasiado graves para ignorarlas, y es hora de actuar con decisión para preservar nuestro medio ambiente y garantizar un futuro sostenible para todos.
En última instancia, combatir la desertificación requiere una acción colectiva y concertada a escala global. Es hora de salir del estancamiento y demostrar coraje y determinación para afrontar este desafío crucial para el futuro de nuestro planeta.