Se acercan las vacaciones de fin de año y, con ellas, la esperanza de ver caer los precios de los productos de primera necesidad en los mercados de Kinshasa. Sin embargo, a pesar de los anuncios de reducción hechos por los importadores, la realidad sobre el terreno parece muy diferente. De hecho, un equipo de Fatshimetrie visitó el mercado central de Kinshasa y el de Kintambo y descubrió que las reducciones prometidas aún no se habían materializado.
Según la información recabada, los importadores han acordado una reducción de precios que oscila entre el 5 y el 11% en productos de primera necesidad como jurel, pollo, aceite, azúcar, leche en polvo, carne y harina. Sin embargo, esta caída todavía parece lejos de ser sentida por los consumidores y vendedores sobre el terreno. La decepción es palpable entre los comerciantes, y los clientes expresan claramente su consternación por los precios que todavía se consideran demasiado altos.
Algunos comerciantes afirman que, a pesar de los anuncios de rebajas, los precios se mantienen sin cambios y, en ocasiones, incluso aumentan. Un comerciante informa que vende un pequeño montón de pescado a un precio considerado alto por los clientes, que esperaban una caída significativa. Asimismo, un responsable de una cámara frigorífica confirma que los precios se mantienen estables o incluso aumentan ligeramente en determinados productos.
Sin embargo, fuentes del Ministerio de Economía aseguran que el descenso sí está en marcha entre los grandes importadores, y que habrá que esperar un poco de tiempo para que esta reducción se refleje en todos los mercados. El impacto de esta medida debería sentirse gradualmente a medida que los comerciantes vendan sus existencias antiguas y las repongan a precios más bajos.
Es importante destacar que esta política de abaratar los precios de los productos de primera necesidad no se limita al periodo vacacional. El objetivo del gobierno es hacer sostenible esta reducción de precios, en beneficio de los consumidores. Esta iniciativa tiene como objetivo combatir el alto costo de vida y hacer que los productos esenciales sean más accesibles para todos.
En conclusión, a pesar de las expectativas de los consumidores durante estos periodos vacacionales, es necesario tener en cuenta las limitaciones logísticas y comerciales que pueden retrasar el impacto real de esta caída de precios sobre el terreno. Por tanto, será necesario demostrar paciencia y observación para ver los efectos concretos de esta medida, esperando que contribuya realmente a mejorar el poder adquisitivo de los hogares congoleños.