Ghana, un país con innegables riquezas culturales y naturales, se enfrenta a un fenómeno preocupante: un aumento significativo del número de sus ciudadanos que desean abandonar su tierra natal para establecerse en otro lugar. Según un reciente estudio realizado por el instituto panafricano Afrobarómetro, más de seis de cada diez personas expresan este deseo de expatriarse, lo que supone un aumento de más de 20 puntos en sólo siete años. Esta cifra, que alcanza incluso a siete de cada diez jóvenes entre 18 y 35 años, revela una tendencia alarmante.
Las razones de este deseo masivo de abandonar Ghana están relacionadas principalmente con las crecientes dificultades económicas que enfrenta la población. David Darko, analista de Afrobarometer Ghana, señala que el país se encuentra actualmente en default de la deuda, lo que ha resultado en un drástico programa de reestructuración con consecuencias adversas para la economía y las oportunidades de empleo. Estos preocupantes factores económicos se ven exacerbados por profundos problemas estructurales como la corrupción, el nepotismo y la mala gobernanza.
Si bien la reciente elección de un nuevo presidente puede brindar esperanza, los desafíos que enfrenta Ghana requieren soluciones más profundas y duraderas. Según David Darko, un simple cambio de gobierno no será suficiente para resolver los problemas endémicos del país. Lo que se necesita es una revisión completa de la estructura democrática y gubernamental del país, independientemente del partido que esté en el poder.
La expresión de este deseo de expatriación se manifiesta también a través de un desencanto de los votantes hacia sus líderes, como lo demuestra la baja tasa de participación en las elecciones. En 2024, esta tasa era sólo del 60%, casi 20 puntos menos que en las elecciones anteriores.
Ante este preocupante fenómeno, es fundamental que las autoridades ghanesas adopten medidas concretas para crear un entorno económico y político favorable, ofreciendo perspectivas de futuro a su población y animándola a permanecer en su país. La juventud ghanesa, llena de potencial y energía, merece un futuro prometedor en su tierra natal, lejos de la tentación del exilio por oportunidades inexistentes.