Noticias recientes en Túnez nos recuerdan una dolorosa y trágica realidad: la pérdida de vidas humanas durante los intentos de cruzar clandestinamente el Mediterráneo. Las autoridades tunecinas han recuperado los cuerpos de 20 personas que murieron en un naufragio frente a la costa mediterránea del país, cerca de un popular punto de partida para inmigrantes que buscan llegar a Europa por mar.
La guardia costera informó que cinco personas fueron rescatadas cuando el barco se hundió, pero el número de muertos aumentó con el descubrimiento de los cuerpos de otras 20 personas, a 24 kilómetros (15 millas) de la costa norte de Sfax, a unos 130 kilómetros (80 millas) de distancia. A kilómetros de la isla italiana de Lampedusa. La búsqueda de otras posibles víctimas continúa, aunque se desconoce el número exacto de personas a bordo.
A pesar de los esfuerzos conjuntos con Europa para reforzar la vigilancia fronteriza y combatir el tráfico de personas y las salidas ilegales hacia el sur de Europa, las tragedias en el mar y los cadáveres arrastrados a las playas siguen siendo acontecimientos habituales. Las embarcaciones improvisadas que utilizan los migrantes y los traficantes a menudo no cumplen las normas de seguridad, lo que contribuye a las numerosas tragedias en el mar. A pesar de la falta de cifras oficiales, grupos internacionales y ONG tunecinas estiman que cientos de personas han muerto en el mar este año.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados estima que más de 1.100 personas han muerto o están desaparecidas en el Mediterráneo central, frente a las costas de Túnez y Libia. Al mismo tiempo, el Foro Tunecino de Derechos Económicos y Sociales informa de entre 600 y 700 muertes o desapariciones en las costas tunecinas.
A ello se suma la alarmante constatación del número de migrantes que cruzan el Mediterráneo desde Túnez para llegar a Italia. Más de 19.000 inmigrantes han zarpado hacia Italia este año, muchos de los cuales posteriormente han solicitado asilo. Una cifra significativamente inferior a los más de 96.000 migrantes registrados en el mismo período de 2023. Las nacionalidades más representadas entre los llegados a Italia en 2024 son Bangladesh, Túnez y Siria.
A pesar de la falta de estadísticas oficiales sobre los migrantes en Túnez, miles de personas viven en campamentos improvisados entre olivos cerca de la costa de Sfax. Esta situación pone de relieve la dura realidad de quienes arriesgan su vida con la esperanza de una vida mejor al otro lado del mar Mediterráneo. Ante estas tragedias humanas recurrentes, es imperativo continuar los esfuerzos nacionales e internacionales para garantizar la seguridad de las personas afectadas y evitar más pérdidas trágicas en el mar.