Cuando hablamos de la historia colonial alemana en África, un velo de ignorancia parece cubrir muchas mentes, incluso en Alemania. Sin embargo, las horas oscuras de la colonización alemana en África no deben quedar relegadas al basurero de la historia. Es crucial reconocer las atrocidades cometidas, como el primer genocidio del siglo XX perpetrado por las tropas del Segundo Reich alemán contra los pueblos herero y nama en Namibia entre 1904 y 1908.
En el centro de este oscuro recuerdo se encuentra el barrio africano de Berlín, un lugar simbólico donde la huella del colonialismo alemán aún está presente. La pieza “Vielleicht”, realizada por Cédric Djedje, explora esta historia poco conocida pero crucial. Al explorar la lucha de los afrodescendientes que hacen campaña por el cambio de nombres de las calles dedicadas a los colonialistas alemanes, el espectáculo nos sumerge en el corazón de una lucha por la memoria y la justicia.
La urgencia de esta confrontación con el pasado colonial de las calles de Berlín radica en la necesidad de romper el silencio y afrontar un legado que muchas veces se ignora. Cédric Djedje, un artista nacido en París de padres marfileños, nos recuerda la importancia de cuestionar nuestra imaginación y deconstruir las historias colonialistas que han dado forma a nuestras sociedades. A través de su obra nos invita a reflexionar sobre los mecanismos de descolonización, tanto a nivel político como personal.
Los nombres de calles controvertidos como Lüderitz, Nachtigal y Peters revelan el lado oscuro de la colonización alemana en África. Estos hombres, fundadores de imperios coloniales privados, marcaron la historia con su codicia y acciones brutales. La historia de Lüderitz, apodado «Lügen-Fritz» por sus intrigas y engaños, da testimonio de la crueldad y la inhumanidad de la colonización alemana.
A pesar de los recientes cambios de nombre de las calles de Berlín, el espectáculo «Vielleicht» sigue siendo de gran actualidad. Más allá de las victorias políticas, la obra de Djedje nos invita a reflexionar sobre el impacto emocional y cotidiano de estas luchas por la memoria y la justicia. Los 40 años de lucha de los activistas no son sólo una sucesión de figuras, sino un reflejo de una resiliencia y determinación inquebrantables.
En definitiva, «Vielleicht» nos recuerda la importancia de no olvidar las páginas oscuras de nuestra historia, pero también de celebrar la fuerza y la perseverancia de quienes luchan por la verdad y la justicia. Es enfrentando nuestro pasado colonial que podremos construir un futuro más justo e ilustrado para todos.