Las recientes noticias provenientes de Bukavu, provincia de Kivu del Sur, plantean preocupaciones legítimas sobre la seguridad de los ciudadanos, en particular cuando se trata de la creciente amenaza que representan los grupos de niños que han roto con sus familias, apodados los “Maïbobo”. Estos jóvenes, cuyas acciones derivan en ataques y robos contra los pacíficos habitantes de la ciudad, han sembrado inseguridad, especialmente durante las horas nocturnas.
El marco de consulta de la sociedad civil de Kivu del Sur informó recientemente de no menos de 21 casos de agresión que involucraron a estos niños, poniendo en peligro la paz y la tranquilidad de los residentes de Bukavu. Sus fechorías incluyen el robo de dinero, teléfonos celulares, bolsos y otros bienes de valor, creando un clima de zozobra y desconfianza entre la población local. Esta situación llevó a las autoridades a reaccionar para proteger a los ciudadanos y restablecer la sensación de seguridad en la ciudad.
En este sentido, se han hecho llamamientos para reforzar las medidas de seguridad, en particular mediante la creación de puntos calientes mixtos compuestos por las fuerzas policiales (PNC) y las fuerzas armadas (FARDC). Estos puntos estratégicos permitirían disuadir a los atacantes y garantizar la libertad de circulación de los residentes, especialmente durante las fiestas de fin de año, un período propicio para actos criminales.
Es importante subrayar que este problema no es nuevo y que el gobernador de Kivu del Sur, Jean-Jacques Purusi, ya había tomado medidas y lanzó la instalación de 1.000 proyectores en la Plaza de la Independencia de Bukavu el pasado mes de julio. Esta iniciativa tuvo como objetivo fortalecer el alumbrado público y disuadir actos delictivos, como parte de un enfoque global para combatir la inseguridad nocturna.
Ante este aumento de los ataques perpetrados por niños en situaciones precarias, parece esencial reforzar la coordinación entre los diferentes actores implicados en la seguridad pública, proporcionando al mismo tiempo un apoyo adecuado a los jóvenes en dificultades para evitar que se repitan tales actos delictivos. La protección de los ciudadanos y el mantenimiento del orden público deben seguir siendo prioridades absolutas para garantizar la estabilidad y el bienestar de la población de Bukavu.