El incendio ocurrido en la subestación de alta tensión de Funa, en Kinshasa, ha provocado una ola de preocupación entre los residentes. De hecho, la escasez de electricidad en algunos municipios de la capital congoleña ha tenido un fuerte impacto en la vida cotidiana de los residentes, especialmente a medida que se acercan las festividades de fin de año. Sin embargo, la capacidad de respuesta de la Dirección de la Compañía Nacional de Electricidad (SNEL) permitió implementar medidas de emergencia para garantizar el suministro de electricidad en los sectores afectados.
El administrador y director general de SNEL, Fabrice Lusinde, aseguró a la población que se han tomado acciones concretas para restablecer la electricidad en los municipios afectados. Reaccionando rápidamente a la situación, SNEL movilizó a sus equipos para restablecer el suministro eléctrico en las zonas afectadas y permitir así a los residentes celebrar las fiestas de fin de año en óptimas condiciones.
Denis Tukuzu, director de distribución de SNEL en Kinshasa, destacó la importancia de esta intervención de emergencia para limitar las molestias causadas por el incidente. Los municipios de Barumbu, Kinshasa, Kasa-Vubu, así como parte de Limete Industrial y Residencial fueron identificados como las zonas más afectadas por el corte de energía. Por ello, SNEL ha puesto en marcha un plan de acción específico para restablecer el suministro eléctrico en estos sectores, reduciendo así el tiempo de interrupción previsto a entre 15 y 16 horas en lugar de 24 horas.
La coordinación entre los equipos del SNEL, bajo la supervisión de Fabrice Lusinde, permitió minimizar las perturbaciones provocadas por el incidente y garantizar la continuidad del servicio eléctrico para los residentes de Kinshasa. Al subrayar la rapidez de acción y la eficacia de las medidas adoptadas, SNEL demuestra su compromiso con sus clientes y su capacidad para afrontar situaciones de emergencia.
En conclusión, la crisis provocada por el incendio en la subestación de alta tensión de Funa en Kinshasa fue gestionada profesionalmente por SNEL, garantizando así un suministro estable y continuo de electricidad a los habitantes de los municipios afectados. Esta capacidad de respuesta y eficiencia en la gestión de incidentes reflejan la seriedad y el compromiso de SNEL para garantizar el confort y la seguridad de sus clientes, incluso en circunstancias excepcionales.