Cuando llega la temporada invernal, una nueva ola de preocupaciones invade nuestra vida cotidiana. Este año, la atención se centra en la mutación más reciente del coronavirus, denominada «XEC», que se está propagando rápidamente por todo el mundo.
La cepa «XEC» surgió en mayo pasado como resultado de la fusión de dos cepas distintas de coronavirus, conocidas como «KS.1.1» y «KP.3.3». Detectada por primera vez en Alemania en junio, se extendió rápidamente a 29 países de todo el mundo, incluidos Estados Unidos, Reino Unido y Dinamarca.
Entre el 19 de agosto y el 15 de septiembre se observó un aumento significativo en la propagación de esta variante, registrando algunos países como Eslovenia y la República Checa altas tasas de infección. El Reino Unido también informó de un ligero aumento de los ingresos hospitalarios en octubre.
Los síntomas asociados a la variante “XEC” guardan cierta similitud con los del resfriado común, aunque existen diferencias notables. Fiebre, tos seca, fatiga intensa, pérdida del sentido del olfato y del gusto, así como dolor corporal y dificultad para respirar caracterizan los síntomas de esta nueva cepa.
Al mismo tiempo, es importante distinguir estos síntomas de los del resfriado común: secreción o congestión nasal, estornudos persistentes, dolor de garganta, tos leve y ligero aumento de temperatura.
Surge una pregunta crucial: ¿esta nueva cepa afecta también a Egipto? El portavoz del Ministerio de Salud y Población, Hossam Abdel-Ghaffar, confirmó una notable actividad de los virus respiratorios en general de noviembre a marzo. El tratamiento reservado al coronavirus es ahora similar al de otros virus, como la gripe, desde la declaración del fin de la COVID-19 como pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud en mayo de 2023.
Amjad al-Haddad, jefe del Departamento de Alergología e Inmunología de VACSERA, destaca que la propagación de virus respiratorios como el resfriado, la gripe, el virus respiratorio sincitial y el coronavirus es un fenómeno normal en esta época del año.
En definitiva, es fundamental permanecer atentos ante la evolución de las variantes del coronavirus y adoptar medidas preventivas para protegernos a nosotros mismos y a los demás. Seguir las recomendaciones sanitarias, vacunarse y mantenerse informado sobre la evolución son acciones cruciales para combatir la propagación de la enfermedad y preservar la salud pública.