El nuevo gobernador del Banco de Mauricio asumió recientemente su cargo con la firme intención de restaurar la integridad de la institución, tras las irregularidades detectadas durante la administración anterior. Rama Sithanen, nombrado tras las elecciones legislativas de noviembre, se dedicó a examinar de cerca las cuentas de la Mauritius Investment Corporation, una filial privada creada por el Banco Central durante la pandemia de Covid.
En junio de 2020, ante la crisis sanitaria y económica inducida por la pandemia, el Banco de Mauricio creó la Corporación de Inversiones de Mauricio con el objetivo de apoyar a las empresas en dificultades. Sin embargo, las sospechas apuntan a prácticas cuestionables, y algunos potencialmente se aprovechan de esta entidad para beneficio personal o favoritismo político.
Esta filial contaba con un fondo de 2.000 millones de dólares, cuyo origen plantea dudas. El actual gobernador quiso aclarar esta cuestión, afirmando que el dinero no se convirtió en moneda extranjera, sino que se creó electrónicamente. Esta creación monetaria, sin embargo, tuvo repercusiones sobre la inflación y el valor de la rupia, lo que generó debates entre los economistas locales.
Algunos economistas mauricianos consideran esta medida como un último recurso paliativo para apoyar la economía durante la crisis, pero cuestionan la legitimidad del Banco Central para crear una entidad privada y realizar operaciones comerciales como inversiones inmobiliarias o compra de acciones.
El nuevo gobernador del Banco de Mauricio ha expresado reservas sobre estas prácticas, destacando que el papel principal del Banco Central es garantizar la estabilidad financiera del país y promover un desarrollo económico equilibrado, y no dedicarse a actividades comerciales.
Las recomendaciones del FMI de retirarse de esta controvertida entidad y los llamados a la transparencia siguen en el centro de los debates. Las autoridades están bajo presión para arrojar luz sobre posibles malversaciones financieras cometidas por la antigua administración del Banco de Mauricio, en aras de la transparencia y el restablecimiento de la confianza.
En última instancia, la gestión de la Corporación de Inversiones de Mauricio y las acciones del Banco de Mauricio plantean cuestiones cruciales sobre la moralidad, la transparencia y la rendición de cuentas dentro de las instituciones financieras. El nuevo gobernador está comprometido a restaurar la confianza pública y garantizar que se preserve la integridad del Banco Central, mientras trabaja por un sector financiero saludable y ético.