En una operación reciente dirigida por las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo, tres presuntos rebeldes sursudaneses de Nasfa fueron detenidos en las proximidades del campamento de desplazados internos de Meri, cerca de la aldea de Otuwa en la región fronteriza de Aba, situada aproximadamente a 20 km del territorio de Faradje en Haut- Uele. La detención de estos individuos se produjo el 18 de diciembre, cuando intentaban ingresar armados con una AK47 al campamento de desplazados de Meri. Estos hechos fueron presentados al gobernador provincial Jean Bakomito Gambu el lunes 23 de diciembre de 2024.
Esta acción de las Fuerzas Armadas congoleñas demuestra una vez más su compromiso de garantizar la seguridad del territorio y de sus habitantes, así como la de los países vecinos. De hecho, la lucha contra los grupos rebeldes y las amenazas a la estabilidad de la región sigue siendo una prioridad para las autoridades competentes.
El gobernador de la provincia de Alto Uele elogió la vigilancia y la determinación de las Fuerzas Armadas en esta operación, subrayando la importancia de que los procedimientos legales estén en curso para garantizar un trato justo a los presuntos rebeldes. También destacó el respeto a las leyes vigentes como parte de este proceso, enfatizando la importancia de la cooperación entre las diferentes autoridades para garantizar la seguridad y la justicia para todos.
Este arresto pone de relieve una vez más la necesidad de fortalecer la cooperación regional para combatir los grupos armados y las amenazas transfronterizas. La presencia de estas personas en territorio congoleño también pone de relieve los desafíos de seguridad que enfrenta la región y la necesidad de una respuesta colectiva y coordinada para garantizar la paz y la estabilidad a largo plazo.
Mientras se espera su traslado a Kinshasa, es importante subrayar la importancia de respetar los derechos humanos y los procedimientos legales para garantizar un trato justo y equitativo a todas las personas involucradas. Esta detención es una fuerte señal del compromiso de las autoridades congoleñas para luchar contra la inseguridad y garantizar la protección de las poblaciones vulnerables en la región del Alto Uele.