Fiebre de Lassa: la epidemia silenciosa que azota Nigeria

La epidemia de fiebre de Lassa está afectando a Nigeria y este año ya se han registrado 190 muertes. Las autoridades han creado un centro de respuesta de emergencia para controlar la propagación de la enfermedad. Transmitida por contacto con roedores, esta enfermedad viral hemorrágica requiere especial atención debido a su potencial epidémico y a la ausencia de vacunas certificadas. Es necesario tomar medidas urgentes para contener la enfermedad y proteger a la población.
**Fatshimetrie: Una epidemia silenciosa golpea a Nigeria**

Desde principios de año, una temida enfermedad, la fiebre de Lassa, ya se ha cobrado la vida de 190 personas en Nigeria. Se han reportado más de 1.100 casos de infección en seis estados del país. Esta alarmante situación llevó a las autoridades nigerianas a crear un centro de respuesta de emergencia para combatir la propagación de la enfermedad.

El Centro Nigeriano para el Control de Enfermedades ha calificado el riesgo de propagación de la fiebre de Lassa como «alto», lo que ha llevado a la creación de este centro de respuesta a emergencias. El objetivo es organizar eficazmente el control y la gestión de los casos, con el fin de limitar el impacto de la epidemia.

Según el titular del organismo, el pico de transmisión de la enfermedad suele ocurrir entre octubre y mayo, y en las últimas cuatro semanas se ha observado un aumento significativo de casos y muertes.

La fiebre de Lassa es una enfermedad hemorrágica viral que se transmite principalmente a los humanos a través del contacto con alimentos o artículos domésticos contaminados con orina o excrementos de roedores. Los síntomas de esta enfermedad incluyen fiebre, dolor de cabeza y, en casos graves, la muerte.

Debido a su potencial epidémico y a la falta de vacunas certificadas, la fiebre de Lassa está clasificada por la Organización Mundial de la Salud como una enfermedad prioritaria que requiere atención especial.

Es crucial que se tomen medidas urgentes para contener la propagación de la fiebre de Lassa y proteger a las personas de esta amenaza invisible pero mortal. Las autoridades sanitarias de Nigeria deben redoblar sus esfuerzos para crear conciencia, fortalecer las medidas de control y garantizar que la infraestructura médica cuente con los recursos necesarios para hacer frente a esta epidemia. Sólo una acción colectiva y coordinada permitirá superar esta crisis sanitaria y evitar más pérdidas humanas.

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