**Devastador incendio en Nyabibwe-Centre, Kivu del Sur: 37 viviendas reducidas a cenizas**
El martes 24 de diciembre quedará grabado en la memoria de los habitantes de Nyabibwe-Centre, en el territorio de Kalehe, en Kivu del Sur. Una tragedia de magnitud inimaginable ha azotado a esta comunidad pacífica, dejando tras de sí un paisaje de desolación. Treinta y siete viviendas, tanto residenciales como comerciales, quedaron envueltas en llamas, dejando a familias enteras sin refugio ni medios de subsistencia.
Según las primeras informaciones recogidas, el incendio fue provocado por una batería de almacenamiento de energía, símbolo paradójico de la modernidad que provocó un desastre de rara violencia. El incendio arrasó dieciséis casas residenciales, llevándose consigo todos los bienes y recuerdos más preciados de sus habitantes. También quedaron reducidas a cenizas 21 casas comerciales, lo que provocó la pérdida irreparable de bienes y herramientas de trabajo para muchas familias dependientes de sus negocios.
En este contexto de angustia y desorden, el llamado lanzado por Delphin Birimbi, presidente de la coordinación del Marco Territorial de Consulta de la Sociedad Civil de Kalehe, resuena como un grito de solidaridad y movilización general. Se pide a los gobiernos provinciales y nacionales, a los socios locales e internacionales, así como a cualquier persona de buena voluntad, que acudan en ayuda de esta población devastada, que se enfrenta a una situación humanitaria de emergencia.
Más allá de las pérdidas materiales y económicas, este brutal incendio plantea interrogantes más amplios sobre la precariedad de las condiciones de vida en ciertas regiones de Kivu del Sur, sobre la frágil convivencia entre modernidad y tradición, sobre la vulnerabilidad de las poblaciones a los peligros de la vida. Nos recuerda la necesidad imperiosa de fortalecer los sistemas de prevención de riesgos, invertir en la seguridad de los hogares y las infraestructuras y, sobre todo, cultivar un espíritu de solidaridad y apoyo mutuo dentro de nuestras comunidades.
Durante estas fiestas, cuando los corazones de muchos congoleños se vuelven hacia la celebración y el compartir, recordemos que la verdadera generosidad a menudo se manifiesta en los momentos más oscuros, cuando nuestros hermanos y hermanas más necesitan nuestra ayuda y nuestra compasión. Que todos nos unamos para apoyar a las víctimas de este incendio y ofrecerles un mensaje de esperanza y solidaridad. Nuestra capacidad para salir juntos de tales pruebas es la verdadera medida de nuestra humanidad.