En un contexto marcado por una era de agitación y múltiples desafíos, el llamado a la unidad lanzado por la Iglesia de Cristo en el Congo (ECC) es de crucial importancia. La situación actual en la República Democrática del Congo, con su cuota de males sociales y políticos, plantea la necesidad imperativa de luchar contra flagelos como el tribalismo, el nepotismo, el egoísmo, las mentiras y muchos otros.
La carta pastoral del presidente nacional de la CEC para las festividades de Navidad 2024 y Año Nuevo 2025 plantea un profundo llamado al amor al prójimo, la solidaridad patriótica y la búsqueda de consensos para enfrentar los desafíos venideros. El pastor André-Gédéon Bokundoa, con espíritu profético y pastoral, subraya el carácter decisivo del momento que vive la República Democrática del Congo, llamando a la construcción de la paz, a la convivencia y a la reconciliación nacional.
Es innegable que el camino hacia la paz y la prosperidad para todos los congoleños está plagado de obstáculos. Las tensiones políticas, las rivalidades étnicas y los intereses personales exacerban la fragilidad de la sociedad congoleña. Por eso sigue siendo imperativo encontrar un consenso pacífico y promover el diálogo para construir un futuro común y pacífico.
La visión del pastor Bokundoa de una República Democrática del Congo donde reine la paz, la justicia y la solidaridad es un llamado conmovedor a la responsabilidad de cada ciudadano. Nos invita a superar las divisiones y trabajar juntos para construir un país donde todos puedan encontrar su lugar, donde las diferencias culturales y étnicas se valoren y celebren, y donde la justicia social sea una realidad para todos.
En este nuevo año 2025, es hora de actuar y comprometerse por un Congo mejor. Uniendo fuerzas, superando nuestras diferencias y poniendo el bienestar de todos en el centro podremos construir un futuro mejor para nuestro querido país. La paz y la convivencia no son palabras vacías, sino bases esenciales para construir una nación fuerte, próspera y justa para todos sus habitantes.
En conclusión, la visión de la CCE y su llamado a la unidad y la solidaridad son faros cruciales para guiar a la nación congoleña hacia un futuro mejor. Que este llamado resuene en cada uno de nosotros, que nuestras acciones estén guiadas por la búsqueda del bien común, la paz y la prosperidad para todos. Es juntos, en unión y fraternidad, que podemos construir un Congo donde reine la paz, la justicia y el amor al prójimo.