El trágico accidente de un avión azerbaiyano que transportaba a 67 personas cerca de la localidad kazaja de Aktau ha dejado un saldo provisional de muertos 32 supervivientes, según las autoridades. Lamentablemente, se teme que hayan muerto más de 30 pasajeros.
El Ministerio de Situaciones de Emergencia de Kazajstán informó que 29 pasajeros fueron hospitalizados y hasta el momento se han encontrado cuatro cadáveres. Se cree que ambos pilotos perdieron la vida en el accidente.
El Embraer 190 realizó un aterrizaje de emergencia a 3 km de Aktau después de que una colisión con un pájaro provocara una emergencia a bordo. Las imágenes del lugar del accidente mostraron los escombros en llamas, mientras los sobrevivientes luchaban por rescatar a las víctimas atrapadas.
El vuelo partió de Bakú, Azerbaiyán, con destino a Grozny, Rusia, y transportaba pasajeros procedentes de Azerbaiyán, Rusia, Kazajstán y Kirguistán.
Se están realizando investigaciones, con la colaboración de las autoridades de Azerbaiyán y Kazajstán, para determinar las causas del accidente. El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y prometió proporcionar información actualizada a medida que avancen las investigaciones.
Este trágico acontecimiento nos recuerda la fragilidad de la vida humana y destaca la importancia de la seguridad del transporte aéreo. Nuestros pensamientos están con las víctimas y sus seres queridos, con la esperanza de que se arroje luz sobre las circunstancias de esta tragedia para evitar que vuelva a ocurrir.