**Las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC) ponen fin al ataque suicida con drones en Ruanda**
En un conflicto que continúa desgarrando la región de Lubero en la República Democrática del Congo, las Fuerzas Armadas Congolesas repelieron recientemente un ataque con drones kamikazes operados por la fuerza especial del ejército ruandés. En el incidente, que ocurrió el miércoles 25 de diciembre, las FARDC derribaron con éxito seis drones enemigos sobre la ciudad de Mambasa.
El teniente coronel Mak Hazukay, portavoz del sector operativo Sokola 1 Grand Nord, confirmó esta victoria contra las fuerzas agresoras. Esta intervención demuestra una vez más la determinación de las FARDC de proteger el territorio congoleño de amenazas externas, en este caso provenientes de Ruanda.
Pero los desafíos persisten, ya que las FARDC también han denunciado el uso por parte del grupo rebelde M23, respaldado por Ruanda, de jóvenes civiles congoleños como «carne de cañón» en el frente. Estas prácticas inhumanas comprometen las vidas de civiles inocentes y plantean grandes preocupaciones sobre el respeto del Derecho Internacional Humanitario.
El coronel Mak Hazukay también advirtió sobre la presencia de combatientes armados del M23 en lugares sensibles como iglesias, escuelas y hospitales, una acción que viola gravemente las reglas de la guerra. Estas acciones ponen en peligro no sólo la seguridad de los civiles, sino también la neutralidad de lugares protegidos por el derecho internacional.
En este tenso contexto, las FARDC piden a los civiles tomados como rehenes que se rindan sin resistencia, con sus armas, para evitar pérdidas humanas innecesarias. El ejército congoleño también está animando a los residentes de las zonas ocupadas a alejarse de posiciones estratégicas para garantizar su seguridad.
Esta situación pone de relieve una vez más la complejidad de las cuestiones de seguridad en la República Democrática del Congo, donde los grupos armados extranjeros siguen amenazando la estabilidad en la región de Lubero. Las FARDC siguen vigilantes en su misión de defender el territorio nacional y proteger a la población contra cualquier forma de agresión externa.
Es esencial que la comunidad internacional apoye los esfuerzos de las autoridades congoleñas para restablecer la paz y la seguridad en esta atormentada región. En última instancia, la paz y la estabilidad en la República Democrática del Congo dependen de la cooperación y la solidaridad entre los actores nacionales e internacionales para poner fin a este ciclo de violencia destructiva.