En este día histórico del 26 de diciembre de 2024, la ciudad de Mbuji-mayi fue escenario de un memorable discurso pronunciado por el presidente Félix Tshisekedi. En el corazón de Kasai Oriental, el Jefe de Estado captó la atención de los Mbuji-Mayiens al abordar cuestiones candentes para el futuro de la República Democrática del Congo.
En su discurso, Félix Tshisekedi recibió la aprobación de la población local para emprender reformas constitucionales, haciéndose eco del dicho «La voz del pueblo es la voz de Dios». Esta decisión marca un punto de inflexión en la historia política del país y simboliza la voluntad del pueblo congoleño de lograr cambios significativos para satisfacer las necesidades y aspiraciones de todos.
A través de sus anuncios, el Presidente Tshisekedi subrayó su compromiso con el desarrollo económico y la creación de empleo para la juventud congoleña. Al proporcionar 50 millones de dólares para reactivar el MIBA, está demostrando su determinación de apoyar la industria minera nacional y estimular el crecimiento económico del país.
Sin embargo, fue su valiente declaración sobre la agresión de Ruanda la que causó impresión. Félix Tshisekedi no dudó en afirmar su autoridad frente al presidente ruandés Paul Kagame, subrayando su independencia y dignidad al afirmar: «Kagame no puede mirarme a la cara, me tiene miedo. Cuando lo miro a los ojos, me mira fijamente». Mira hacia otro lado.» Esta firme postura demuestra la determinación del Presidente congoleño de proteger la soberanía de su país y defender los intereses de su nación.
Al final, la visita de Félix Tshisekedi a Mbuji-mayi quedará grabada en la memoria como un momento clave de su mandato presidencial. Su discurso audaz y sus compromisos concretos con el pueblo congoleño demuestran su visión de un futuro mejor y más próspero para la República Democrática del Congo. Si bien los desafíos siguen siendo numerosos, la esperanza y la confianza en un futuro brillante siguen siendo fuertes, impulsadas por la voluntad y la determinación de un líder decididamente orientado hacia el futuro.