### La sostenibilidad de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF): un proyecto fundamental nacido del caos
El último informe del Grupo de Expertos de las Naciones Unidas, publicado el 8 de enero de 2025, arroja una luz preocupante sobre el funcionamiento interno de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), un grupo armado que ha logrado mantener un modelo jerárquico y centralizado, incluso a pesar rumores sobre la salud de su líder, Musa Baluku. La estructura de esta organización, aunque simple y centralizada, plantea preguntas fundamentales sobre la dinámica del poder en entornos caóticos, como el del este de la República Democrática del Congo (RDC), donde el conflicto y la inestabilidad se han convertido casi en la norma.
#### La centralización del poder: una estrategia de supervivencia
Musa Baluku, a pesar de su incierto estado de salud, sigue ejerciendo un control incuestionable sobre las operaciones de la ADF. Esta centralización del poder no se limita a una distribución clásica de tareas militares, sino que se inscribe en una lógica de resistencia a la fragmentación que a menudo se observa en los grupos armados. De hecho, en contextos de guerra prolongada, el riesgo de disensión y faccionalización es considerable. Baluku evitó esta trampa mediante una gestión autoritaria que le permitió mantener intacta su autoridad. Los subcomandantes, como Abwakasi, aunque operan con cierto grado de independencia, siguen sujetos a este gobierno centralizado.
La determinación de Baluku de inmolarse si es capturado ilustra no sólo un profundo compromiso con su ideología, sino también una visión estratégica que ya tiene en mente la propaganda y el impacto psicológico en sus seguidores. Además, la designación de Seka Umaru como posible sucesor subraya la importancia de la continuidad del liderazgo, una preocupación clave en los grupos de milicias donde el cambio de liderazgo puede conducir a luchas internas devastadoras.
#### Una alianza alarmante con Daesh: ¿hacia una nueva era del terrorismo en África?
El informe también menciona un aumento del poder del Estado Islámico en la región, una realidad que no se puede ignorar. Entre junio y octubre de 2024, Daesh se atribuyó 111 ataques, lo que pone de relieve una sinergia creciente con las ADF. Este fenómeno de aceleración en la denuncia de atentados –a veces en menos de 24 horas– revela una mejora significativa en las comunicaciones entre estas dos entidades. Esto nos lleva a cuestionarnos las verdaderas motivaciones detrás de esta colaboración.
La contextualización histórica de esta alianza podría ofrecer información valiosa. Las ADF, inicialmente un grupo rebelde con orígenes políticos controvertidos, han sufrido una serie de transformaciones que lo han devuelto a raíces categóricamente extremistas.. Al mismo tiempo, Daesh, tras sufrir reveses militares en Irak y Siria, está desesperado por extender su influencia más allá de Medio Oriente estableciéndose en territorios donde la administración local es débil o inexistente.
También es esencial tener en cuenta el panorama socioeconómico del este de la República Democrática del Congo. Con una tasa de pobreza de casi el 72% y una infraestructura básica a menudo deficiente, la población se encuentra en una posición vulnerable. Este terreno fértil ofrece una reserva de reclutas potenciales para las ADF, que probablemente se dejarán seducir por las ilusorias promesas de seguridad y prosperidad que estos grupos armados proponen hábilmente.
#### Hacia una comprensión más amplia de la lucha contra el terrorismo
Mientras la comunidad internacional se moviliza contra el aumento de la radicalización en África, es imperativo adoptar un enfoque matizado ante esta situación. Lejos de limitarse a intervenciones militares, las estrategias antiterroristas deben incluir imperativamente iniciativas socioeconómicas. La lucha contra la pobreza, el acceso a la educación y el empleo son claves para desactivar este ciclo recurrente de violencia.
Para ello, un enfoque colaborativo con los actores locales podría resultar decisivo. El fortalecimiento de las estructuras de gobierno local y el fomento de proyectos de desarrollo comunitario no sólo podrían reducir el atractivo de las ADF y Daesh, sino también promover una pacificación duradera en esta problemática región. El informe de la ONU debería servir como catalizador para impulsar a los organismos internacionales a redefinir sus prioridades de seguridad.
### Conclusión
La longevidad de las ADF, concentrada en torno a la figura autoritaria de Musa Baluku, combinada con una creciente alianza con entidades como Daesh, subraya la urgencia de una respuesta global e integrada a los problemas de seguridad en la RDC y, más ampliamente, en África. Este fenómeno no es simplemente una cuestión militar, sino que plantea la necesidad de restablecer la confianza entre las poblaciones locales y sus gobiernos, combatiendo al mismo tiempo las causas profundas de la radicalización. Sólo un enfoque interdisciplinario, que combine los esfuerzos de seguridad con inversiones en desarrollo humano, podría allanar el camino hacia una paz genuina y duradera.