El informe publicado recientemente por la Unidad Nacional de Inteligencia Financiera (Cenaref) sobre las operaciones de lavado de dinero y financiación del terrorismo en la República Democrática del Congo (RDC) plantea preguntas que van mucho más allá de las cifras. Con un monto de 1.500 millones de dólares estadounidenses identificados como asociados a transacciones sospechosas entre 2021 y 2023, este informe pone de relieve un fenómeno que parece bien arraigado en el tejido económico congoleño, pero que, paradójicamente, sigue siendo difícil de cuantificar de manera exhaustiva.
### Una situación alarmante, ¿pero subestimada?
El hecho de que Cenaref admita que esta cantidad no representa la totalidad de las operaciones de lavado de dinero ilustra un problema más profundo: la recopilación y análisis de datos vinculados a estas prácticas. La organización explica que de los 133 expedientes enviados al Ministerio Público, sólo 87 fueron analizados a profundidad, y aproximadamente la mitad de ellos fueron enviados a la Inspección General de Finanzas (IGF). Ahí radica el problema: la insuficiente vigilancia sobre el terreno, sobre todo en las provincias más remotas, compromete la precisión de los datos.
Ernest Mpararo, presidente de la Liga Congoleña de Lucha contra la Corrupción (Licoco), destaca esta disonancia al afirmar que la realidad es mucho más oscura. Considerando la escala del sector de la minería artesanal en la República Democrática del Congo, que a menudo se caracteriza por la falta de regulación y transparencia, se puede cuestionar la exactitud de estos informes. Otros estudios han demostrado que el sector minero puede ser particularmente vulnerable al lavado de dinero, un fenómeno a menudo subestimado en las narrativas económicas oficiales.
### El sector minero: caldo de cultivo para el blanqueo de capitales
Un artículo publicado en Fatshimetrie.org destaca que el sector minero, particularmente en Lualaba, sufre tal opacidad que casi se ha convertido en el centro neurálgico de la economía informal. En general, el comercio informal representa una parte importante de las transacciones económicas en la República Democrática del Congo, y los mecanismos de lavado de dinero se alimentan de esta imprecisión.
Las estadísticas presentadas en el informe del Cenaref revelan que el 33% de los casos de operaciones sospechosas están vinculados al comercio de minerales. Estos datos, aunque significativos, merecen ser contextualizados: de hecho, sólo cubren la punta del iceberg, muchos actores operan en la sombra, lejos de los radares de las autoridades. En comparación, en otros países ricos en recursos, a menudo se establece una correlación entre el sector extractivo y el lavado de dinero. Por ejemplo, estudios realizados en Angola y Nigeria muestran que los sectores petrolero y minero han sido particularmente prolíficos en esta área, a menudo debido a la corrupción endémica..
### El papel de los actores internacionales
Además, es fundamental examinar cómo los actores internacionales, como las empresas mineras extranjeras, contribuyen a estas dinámicas. Un estudio del Banco Mundial sobre flujos financieros ilícitos ha demostrado que las multinacionales a veces pueden facilitar prácticas de lavado de dinero eludiendo las leyes locales. Por lo tanto, es imperativo que Cenaref colabore activamente no sólo con el IGF sino también con organizaciones internacionales para establecer estándares y mecanismos de control más rigurosos.
### La posibilidad de un enfoque descentralizado
El analista Mike Lameki también analiza la necesidad de un enfoque más inclusivo y descentralizado para la recopilación de datos. De hecho, si queremos obtener una visión fiel del fenómeno, sería conveniente implicar a los actores locales, a las ONG y a las estructuras comunitarias. Una iniciativa de este tipo permitiría recabar información sobre transacciones sospechosas que de otro modo escaparían a las autoridades, fortaleciendo así la capacidad de análisis y reacción del Cenaref.
### Conclusión
En resumen, las cifras mencionadas en el informe del Cenaref sobre el blanqueo de dinero en la República Democrática del Congo no son suficientes para establecer una visión global de la situación. El desafío no consiste sólo en aumentar la transparencia y la eficacia de los instrumentos de lucha contra el blanqueo de dinero, sino también en movilizar a todos los interesados, desde las instituciones estatales hasta los actores de la sociedad civil, incluidas las empresas, tanto locales como internacionales. Sólo un enfoque colaborativo permitirá trazar una visión realista del problema, esencial para promover un entorno económico más saludable y equitativo en la República Democrática del Congo.