Mayotte: en la encrucijada entre las emergencias y las soluciones sostenibles
El proyecto de ley de emergencia para Mayotte, promulgado tras el ciclón Chido, plantea mucho más que simples cuestiones de reconstrucción física. Encarna la complejidad de las cuestiones que se tejen en torno a este archipiélago del océano Índico, donde los desafíos económicos, sociales y ambientales se superponen con una crisis migratoria que se intensifica. La sed de respuestas concretas y duraderas es palpable, tanto para los residentes como para sus representantes políticos.
### ¿Una reacción legislativa inapropiada?
El texto, que ya ha pasado su primera fase en comisión en la Asamblea Nacional, ha sido criticado desde el principio por su insuficiencia. La diputada Estelle Youssouffa destacó la falta de ambición de un proyecto desarrollado sin la participación de los actores locales. ¿Podría esta omisión reflejar un enfoque obsoleto de las políticas públicas, en el que las personas y los problemas locales suelen dejarse de lado en favor de soluciones estandarizadas y temporales?
Comparando este caso con las respuestas gubernamentales a crisis similares, es interesante observar que otras regiones insulares, como San Martín después del huracán Irma en 2017, vieron una respuesta más integrada, combinando la solidaridad nacional y la consulta directa con los funcionarios electos locales. En aquel momento, el debate parlamentario se centró en un enfoque que involucrara a los actores económicos y sociales, permitiendo así establecer una visión a largo plazo de la reconstrucción.
### La sombra de la inmersión migratoria
Una de las principales críticas al proyecto de ley es que no aborda el problema acuciante de la «sobrecarga migratoria». El marco legislativo propuesto parece desaprovechar una oportunidad de oro para explorar las raíces de la migración y ofrecer soluciones viables. Con un desempleo que alcanza cifras alarmantes y una pobreza generalizada, las circunstancias socioeconómicas de Mayotte están alimentando esta dinámica migratoria.
El análisis de los datos del INSEE podría arrojar luz sobre la magnitud de esta crisis: en 2021, casi el 80% de la población de Mayotte vivía por debajo del umbral de pobreza, lo que anima a aún más familias a abandonar las Comoras en busca de un futuro mejor. Una política inclusiva de integración y atención a los migrantes no sólo podría proporcionar un apoyo pertinente, sino también fortalecer la cohesión social dentro del archipiélago.
### La importancia de una visión a largo plazo
Al presentar este texto, Manuel Valls insistió en la necesidad de una «primera respuesta» a la espera de otras medidas que llegarán en marzo. Sin embargo, sería deseable un fortalecimiento urgente de las capacidades de anticipación a largo plazo. Más allá de los desastres naturales, es una verdadera visión estratégica que podría sacar a Mayotte de su trayectoria actual.. Otras regiones en crisis, como Reunión, han sabido sacar partido de enfoques innovadores de planificación urbana y ecología sostenibles. La combinación de estas iniciativas podría constituir parte de la respuesta a la emergencia actual.
### La necesidad de una evaluación integral
La reciente adopción de una enmienda gubernamental que prevé una evaluación de la catástrofe, en particular en términos humanos, constituye un paso adelante que hay que acoger con satisfacción. Es fundamental recopilar datos y testimonios concretos para orientar las futuras políticas públicas. A este respecto, el requisito de presentar informes en el plazo de un mes a partir de su promulgación proporciona un marco de rendición de cuentas esencial que podría, por ejemplo, inspirarse en los acuerdos establecidos en otros territorios afectados por desastres.
### Conclusión: una oportunidad histórica
El proyecto de ley de urgencia para Mayotte se encuentra en una encrucijada entre un enfoque reactivo y una planificación estratégica. La población, que ya ha sufrido ciclones devastadores, espera políticas públicas coherentes e integradas. No se trata simplemente de una cuestión de reconstrucción física: se trata de construir una sociedad resiliente, capaz de enfrentar futuras crisis y garantizar al mismo tiempo un desarrollo socioeconómico inclusivo.
A medida que la crisis se cristaliza en torno a Mayotte, es esencial que el gobierno se dé cuenta de que un compromiso a largo plazo, centrado en las necesidades reales de los mahorais, podría resultar beneficioso. En este contexto, la voz de los residentes y de los funcionarios electos, que reflejan sus realidades, será una clave valiosa para abrir el camino hacia soluciones sostenibles.