¿Por qué la retirada de la M23 de las conversaciones de paz en Luanda complica la búsqueda de una solución duradera en la RDC?

### La crisis en la RDC: un diálogo entre sordos y un proceso de paz en peligro

En un contexto geopolítico ya perturbado, el anuncio del movimiento Rebel Alliance River Congo (AFC/M23) que se niega a participar en las conversaciones de Luanda tiene el efecto de una ola de choque en la esfera diplomática. El 18 de marzo, inicialmente programado para estas discusiones, era un punto de inflexión en la búsqueda de una solución pacífica a la crisis persistente en el este de la República Democrática del Congo. Sin embargo, las recientes sanciones impuestas por la Unión Europea hacia varios altos funcionarios del M23 exacerbaron una situación ya compleja.

** Una escalada de sanciones: la UE en el papel del árbitro infeliz **

La UE ha justificado estas sanciones debido a la presunta participación de los oficiales de Ruanda y los funcionarios de M23 en la desestabilización del este congoleño. Pero, ¿qué pasa con el impacto de tales medidas? Si examinamos la historia de las sanciones en otros conflictos, podemos observar que acciones similares no siempre han tenido el efecto esperado. Por ejemplo, durante el conflicto sirio, las sanciones a menudo llevaron a un fortalecimiento de las posiciones beligerantes en lugar de promover el diálogo. El M23 hoy parece tomar un camino similar, donde la marginación que parece podría consolidar su determinación en lugar de llevarla a la mesa de negociación.

La negativa del M23 a participar en conversaciones, interpretada como un sabotaje del proceso de paz, revela una dimensión psicológica del conflicto: la búsqueda de reconocimiento. Este rechazo subraya la percepción de la victimización de un grupo que ya se siente en una posición defensiva. Lejos de ser un obstáculo único para las conversaciones, este posicionamiento podría estar reflejando una dinámica sociológica más amplia donde cada actor busca preservar su legitimidad.

** Una militarización persistente y sus repercusiones **

Las sanciones y el resentimiento que fluye juegan un papel clave en la militarización de la región. Alrededor de 9.5 millones de personas hoy viven en situaciones en la RDC, incluidos casi 800,000 nuevos viajes en 2022. Las ofensivas militares dirigidas por las fuerzas congoleñas, apoyadas por las naciones vecinas, aún más distante el clima de la paz. Esta necesidad percibida de seguridad por parte del gobierno congoleño es una reacción típica en estos contextos de conflicto prolongado. La estrategia de militarización es a menudo una respuesta emocional a una percepción de amenazas, pero esta paradójicamente empuja a los grupos rebeldes a fortalecer sus arsenales e intensificar sus actividades.

El aumento de la inseguridad se acompaña de una dinámica económica compleja. Mientras que el país está lleno de recursos naturales, desde minerales hasta bosques tropicales, muchas de estas riqueza escapan de la población, fortaleciendo el ciclo de pobreza y resentimiento hacia el gobierno central. Un estudio reciente del Banco Mundial reveló que el 70% de la población vive con menos de $ 1.90 por día. Esta observación económica, junto con la falta de diálogo, nutre el suelo en el que los grupos armados prosperaron.

** El papel de los mediadores: Angola frente a la francofonía de usos **

Angola, tomando la iniciativa de mediación, ahora se encuentra en una posición delicada. Mientras que Luanda ha hecho esfuerzos considerables para establecer un diálogo, el boicot de la AFC/M23 debilita esta posición. La mediación iluminada requiere no solo un buen momento, sino también una comprensión profunda de la dinámica interna de cada actor. Sin embargo, examinado desde un ángulo completamente diferente, este incidente podría representar una oportunidad para que Angola afirme su diplomacia. Este rechazo podría fortalecer sustancialmente el papel de su líder en la comunidad de los países de la región de los Grandes Lagos, constituyendo un punto de diálogo con otros países.

** Una oportunidad para aprovechar: las voces de la sociedad civil **

En estas horas oscuras, la sociedad civil podría convertirse en un aliado inesperado en la búsqueda de la paz. Lejos de los conflictos de intereses y los problemas internacionales, los actores locales aspiran profundamente a una restauración de seguridad y dignidad. En términos de mediación, las iniciativas de paz llevadas a cabo por las ONG locales muestran resultados convincentes. Estos grupos, a menudo formados por mujeres y jóvenes movilizados por un deseo de cambio, podrían ofrecer perspectivas y soluciones que escapan de las decisiones políticas: los fabricantes de decisiones.

### Conclusión

El camino hacia la paz duradera en la RDC resulta sembrarse con dificultades, como se muestra en el último episodio de la AFC/M23. Las sanciones, aunque pueden parecer una respuesta necesaria a un problema complejo, pueden alimentar un ciclo interminable de violencia y desconfianza. Si bien la diplomacia angoleña se enfrenta a los desafíos de la legitimidad y la credibilidad, la movilización de la sociedad civil podría ofrecer un nuevo aliento en un debate a veces bloqueado en las relaciones de poder. Si uno no puede ignorar las realidades geopolíticas, está en la base, con las víctimas del conflicto, que reside un potencial de reconciliación inexplorada. En el desastre del establecimiento de los puntajes, tal vez es hora de restaurar la voz a quienes sufren y que esperan, en silencio, una oportunidad de esperar.

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