** Seguro de salud nacional: una reforma en el corazón de un equilibrio frágil entre público y privado **
El panorama de la salud en Sudáfrica está cambiando con el anuncio de la implementación del seguro de salud nacional (NHI). Firmado por el presidente Cyril Ramaphosa en mayo de 2024, esta ley tiene como objetivo corregir las disparidades creadas por el apartheid garantizando el acceso justo a la atención médica. Sin embargo, esta iniciativa, aunque ambiciosa, plantea preguntas importantes sobre el futuro de los planes de salud privados en el país.
La declaración de Mark Blecher, Director General de Salud y Desarrollo Social del Tesoro, subraya una realidad esencial: el Tesoro público no puede apoyar este sistema solo. En un contexto en el que el 84 % de los sudafricanos dependen de los establecimientos de salud pública, mientras que solo el 16 % se beneficia de la cobertura de los planes de salud privados, la interacción entre el sector público y el privado será esencial. ¿Pero a qué precio?
** Un modelo inspirado: modelos extranjeros como una brújula **
Para comprender mejor las implicaciones de esta reforma, es esencial observar sistemas de salud similares en todo el mundo. Tome el ejemplo del modelo de salud británico, el NHS (Servicio Nacional de Salud), que a menudo se cita en referencia. A pesar de su éxito inicial al proporcionar atención médica gratuita a toda la población, el NHS tuvo que enfrentar desafíos financieros crónicos, generando discusiones recurrentes sobre el lugar necesario para las entidades privadas. Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud, los países que mejor logran combinar servicios públicos y privados invierten en paralelo en estructuras de financiación sólidas, lo que garantizan una cooperación fructífera.
Un análisis más matizado de los sistemas de salud nórdicos, como los de Suecia o Dinamarca, revela que incluso al tratar de reducir los costos médicos a través de los sistemas de salud universal, el sector privado continúa desempeñando un papel importante. En 2022, el sector privado proporcionó casi el 25 % de la atención médica en Suecia, lo que demuestra que la integración de los dos sectores puede ayudar a fortalecer, en lugar de debilitarse, los resultados en términos de salud pública.
** Desafíos sudafricanos: una realidad económica compleja **
La pregunta clave sigue siendo: ¿la Asociación Médica Sudáfrica (SAMA) y sus homólogos justificados en sus preocupaciones frente a la posible exclusión del sector privado? En realidad, el argumento de que el gobierno no tiene la capacidad financiera de satisfacer las necesidades de NHI sin una asociación con el sector privado es fundamental.
Según las estadísticas proporcionadas por el Ministerio de Salud, aunque el presupuesto de salud en Sudáfrica representa alrededor del 14 al 15 % del presupuesto nacional, la asignación real per cápita sigue siendo dramáticamente desigual.. Las desigualdades en términos de gasto público en relación con los resultados de la salud provocan preocupaciones. En un informe publicado en 2023, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) indicó que, a pesar de una inversión global superior al 8 % del PIB en el sector de la salud, los resultados de la mortalidad y la calidad de la atención permanecen entre las peores en los países comparables.
Por lo tanto, un enfoque paralelo consolidado podría resultar beneficioso. Al usar una red y sistemas de comunicación entre entidades públicas y privadas, el NHI podría inspirarse en el esquema nacional de financiamiento de la salud de Malasia, que ha logrado combinar la inversión pública y la privatización progresiva de los servicios.
** Un estudio de caso: el modelo sudafricano del futuro **
La voz de Katlego Mothundi, Director General de la Junta de Fundadores de Salud de Sudáfrica, es completamente relevante en este debate. Al enfatizar el hecho de que la privatización actual podría verse como un catalizador de eficiencia e innovación, abre un debate sobre el futuro de la atención médica en Sudáfrica. Al integrar el sector privado no como rival, pero como aliado estratégico, puede ser posible desarrollar un enfoque verdaderamente justo.
Por lo tanto, la cooperación reforzada podría generar no solo una mejora en la atención médica, sino también una dinámica de financiamiento sostenible. Adoptar un diálogo constante entre el gobierno y los actores privados podría constituir un primer paso hacia un sistema integrador que hace posible satisfacer la creciente demanda, al tiempo que garantiza un acceso más equitativo a la atención médica.
** Conclusión: hacia la reforma reflejada y equilibrada **
Es innegable que la implementación del seguro de salud nacional representa un punto de inflexión crítico para la salud en Sudáfrica. Sin embargo, las preocupaciones planteadas por la posible marginación de los regímenes de salud privados merecen una atención seria. En lugar de percibir a estos actores como una amenaza, sería prudente imaginar sinergias creativas que podrían surgir de un marco colaborativo. Un sistema de financiación adaptado, combinado con un fuerte compromiso entre el público y el privado, no solo podría garantizar un acceso equitativo a la atención, sino también posicionar a Sudáfrica como un modelo de integración valiente en el panorama mundial de la atención médica.
Si bien el camino hacia la equidad en la salud está salpicada de desafíos, la anticipación de una colaboración efectiva, iluminada por las experiencias internacionales, podría ser la clave para lograr este ambicioso objetivo. Para alcanzar esta visión, es esencial que el corazón de la reforma se base en el diálogo, la inclusión y la comprensión mutua entre todos los jugadores de salud.