** Ciudadismo fiscal en Kinshasa: un llamado a la responsabilidad colectiva **
El 22 de mayo de 2025, Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo (RDC), fue escenario de una importante declaración destinada a los actores económicos en la ciudad. Marcelin Lol Ali, empresario y operador económico en el mercado de Gambela, apeló a todos los vendedores de los mercados de Kinshasa para respetar la civilidad fiscal pagando sus impuestos y regalías. Más allá del llamado a la responsabilidad personal, esta iniciativa plantea preguntas esenciales sobre el papel crucial de los impuestos en el desarrollo socioeconómico del país.
### una necesidad de una necesidad
Marcelin LOL Ali destaca un cambio en la mentalidad que parece necesario para la aparición de un nuevo Congo. Este discurso es parte de un contexto en el que la RDC busca no solo fortalecer sus instituciones, sino también para alentar una cultura de transparencia y responsabilidad entre sus ciudadanos. La idea es que todos, respetando sus obligaciones fiscales, contribuyan a un esfuerzo común que beneficiará a la empresa en su conjunto.
Las palabras de Ali revelan una conciencia de las responsabilidades individuales en un sistema que requiere que la participación de todos funcione de manera efectiva. Esto también puede verse como un llamado a la solidaridad nacional, donde los ingresos generados por el pago de impuestos pueden reinvirtirse en servicios públicos esenciales como la salud, la educación o el saneamiento ambiental.
### Problemas fiscales en la RDC
Es innegable que los impuestos están en el corazón de los debates sobre el desarrollo de la RDC. El país enfrenta varios desafíos estructurales que obstaculizan su desarrollo, incluida la corrupción, la ausencia de infraestructura adecuada y un sistema educativo a menudo defectuoso. En este contexto, la ciudadanía fiscal se convierte en una necesidad para garantizar el financiamiento estable de los servicios públicos e infraestructura.
Las consecuencias del incumplimiento de las obligaciones fiscales son múltiples. La falta de recursos para el estado puede conducir a un círculo vicioso de pobreza e insatisfacción con los ciudadanos, alimentando un clima social tenso. Sin embargo, es crucial preguntarse por qué ciertos jugadores económicos pueden resistirse a participar en una cultura de pago de impuestos. ¿Es solo una cuestión de ética, o hay una falta de confianza en el uso de fondos públicos?
### Confianza en instituciones
El éxito de este cambio de mentalidad también se basa en la confianza de los ciudadanos hacia las instituciones. Los funcionarios electos deben demostrar que usan los fondos generados por los impuestos de manera transparente y eficiente. Esto podría pasar por mecanismos efectivos de control y monitoreo, lo que permite a los ciudadanos ver concretamente los resultados de sus contribuciones fiscales. ¿Qué medidas se pueden establecer para fortalecer esta confianza?
### Los desafíos para superar
También es necesario cuestionar las realidades prácticas que enfrentan pequeños comerciantes y vendedores del mercado. La situación económica posterior a la pandemia es difícil para muchas familias que dependen del comercio informal. ¿Cómo conciliar la necesidad de pagar impuestos con los desafíos diarios de la supervivencia económica? Una de las soluciones podría basarse en políticas fiscales progresivas adaptadas a la realidad socioeconómica de los actores en cuestión.
### Conclusión: hacia una asociación para el futuro
Al pedir la ciudadanía fiscal, Marcelin Lol Ali no solo menciona un deber, sino también una invitación para participar en un proyecto colectivo. Para construir una Kinshasa y, por extensión, un Congo más fuerte y más unido, es esencial que los ciudadanos, las empresas y el estado trabajen de la mano. Esto requiere una reflexión en profundidad sobre cómo asociar a todos en este proceso de manera justa, pero también sobre los medios por los cuales las autoridades demostrarán que cada contribución sincera es un paso hacia el desarrollo común.
Los desafíos son numerosos, pero al comprometerse juntos para una mejor gobernanza fiscal, la RDC puede dibujar los contornos de un futuro común en el que todos sentirían un papel que desempeñar y los beneficios de un país en desarrollo compartido.