### Reflexiones sobre la correspondencia de Lambert Mende con Joseph Kabila: entre patrimonio político y futuro incierto
El 30 de mayo de 2025, el ex ministro congoleño Lambert Mende reaccionó con fuerza a un mensaje de Joseph Kabila, el ex presidente de la República Democrática del Congo (RDC), planteando problemas importantes sobre la situación actual del país. En su carta, Mende no se contenta con responder a Kabila; También abre un debate sobre el complejo patrimonio político que ha impregnado la RDC durante varias décadas.
#### Una gran herencia para usar
Lambert Mende, quien fue un aliado cercano de Joseph Kabila, no puede ignorar el impacto de las decisiones políticas tomadas durante los mandatos sucesivos de los líderes congoleños. En su misiva, parece tener miedo de que la visión simplista que atribuya todos los males de la RDC a la única administración actual de Félix Tshisekedi Ocult de realidades más profundas. Según él, la crisis actual no puede reducirse a un cambio de gobierno. Esto plantea una pregunta crucial: ¿cuáles son las estructuras y la dinámica que subyacen a la situación económica y de seguridad del país?
Mende evoca un «saqueo sistémico» de los recursos naturales, una situación que de hecho está atestiguada por muchos análisis de las causas de inestabilidad en la RDC. Desde la década de 1990, la lujuria de estos recursos a menudo ha coincidido con períodos de violencia y conflictos, marcando así la continuidad en la lucha por el poder y el control de la riqueza, ya sea durante el régimen de Mobutu, Laurent-Désé Kabila o Joseph Kabila.
### Problemas geopolíticos regionales
Uno de los puntos planteados por Mende se refiere a la influencia de Ruanda en los asuntos congoleños. Destaca la falta de verbalización de las responsabilidades de este país en la violencia persistente en el este de la RDC, conferir así una dimensión regional a la discusión. Esta omisión, que describe como «revisionismo», cuestiona los mecanismos de responsabilidad y la capacidad de los líderes congoleños de abordar las relaciones con sus vecinos. Entonces surge la pregunta: ¿en qué medida los líderes congoleños pueden construir un discurso unificado que no fortalezca las escisiones históricas?
#### a un diálogo inclusivo
Mende pide un diálogo estructurado para abordar las tensiones étnicas y los conflictos regionales, una propuesta que merece la reflexión. La dinámica actual en la región de los Grandes Lagos es compleja, combinando consideraciones históricas, de identidad y económicas. En un momento en que se intensifican los populismos y extremismos, dicho diálogo podría servir como un espacio de mediación, lo que permite evitar el estigma de los grupos minoritarios y promover la cohesión nacional.
La implementación de esta propuesta requeriría un compromiso sincero con todos los actores políticos, así como un deseo de establecer un clima de confianza, tanto nacional como internacional. Pero, ¿cómo podemos desarrollar esta confianza cuando la historia reciente estuvo marcada por traiciones y alianzas fluctuantes?
#### Reflexión sobre el gobierno y sus consecuencias
Mende también cuestiona decisiones pasadas, como las tomadas en Sun City en 2002, y su impacto en las fuerzas armadas congoleñas. La pregunta merece ser examinada: ¿cómo contribuyeron estas decisiones a los desafíos actuales que enfrenta la RDC? Los defectos en la gobernanza militar, si se demuestran, requieren una reflexión sobre las estructuras establecidas para proteger la soberanía nacional.
En resumen, la reacción de Lambert Mende a Joseph Kabila se arraiga en preocupaciones esenciales para el futuro de la RDC. En lugar de permanecer en una dinámica de reproches recíprocos, esta carta involucra una conversación más amplia sobre la responsabilidad colectiva de la gobernanza, la seguridad y las relaciones internacionales. La RDC, con su pasado tumultuoso y su inmenso potencial, requiere un enfoque iluminado, anclado en un deseo de diálogo y reconciliación.
El debate que abre Mende podría convertirse en una oportunidad para ir más allá de la amargura histórica, hacia una búsqueda común de paz y desarrollo para el país. Un tema que merece la atención y el compromiso de todos los actores en cuestión: políticos, económicos, pero también ciudadanos.