Título: Milicianos de CODECO siembran el caos en Kwero: un pueblo marcado por la violencia
Introducción :
La noche del sábado al domingo 3 de diciembre, la aldea de Kwero, situada en el límite de los territorios de Djugu y Mahagi en Ituri, fue escenario de una tragedia. Presuntos milicianos de CODECO atacaron brutalmente a los residentes, sembrando el terror y dejando tras de sí una verdadera carnicería. Este acto de violencia pone de relieve una vez más la urgencia de fortalecer la seguridad en la región y poner fin a la impunidad de la que se benefician estos grupos armados.
Una redada nocturna mortal:
Según numerosos testimonios, los habitantes de Kwero y de los pueblos vecinos, como Pigwa y Nzonzo, fueron sorprendidos mientras dormían por milicianos de CODECO. En una escena digna de una pesadilla, los residentes fueron sometidos a violencia extrema, y algunos fueron asesinados a machetazos en sus propias casas. El ataque indiscriminado provocó una estampida, por lo que los vecinos huyeron dejando atrás todas sus pertenencias.
Un resultado trágico:
Los resultados de este ataque son trágicos: al menos diez personas murieron, entre ellas un niño. Los cuerpos de las víctimas fueron enterrados en las aldeas vecinas de Muguma, Ndawe y Kalingwa. Además, muchas personas resultaron heridas durante el ataque, lo que demuestra la brutalidad con la que actuaron los milicianos. Los residentes están sumidos en una profunda tristeza y exigen medidas concretas para garantizar su seguridad.
La impunidad de los milicianos del CODECO:
Es importante subrayar que la ausencia de las fuerzas armadas congoleñas, las FARDC, en una decena de pueblos lacustres de la región facilita las acciones de los milicianos del CODECO. Esta impunidad permite a estos grupos armados sembrar el terror con impunidad y perpetuar sus actos de violencia. La población local se enfrenta ahora a una sensación constante de inseguridad y vive con el temor de otro ataque.
Conclusión :
El ataque perpetrado por milicianos de CODECO en Kwero es un crudo recordatorio de la fragilidad de la seguridad en la región de Ituri. Es esencial que las autoridades tomen medidas inmediatas para fortalecer la presencia de las fuerzas de seguridad en la región y poner fin a la impunidad de la que disfrutan estos grupos armados. Los residentes necesitan sentirse seguros en sus hogares y poder reconstruir sus vidas sin temor a más violencia. La paz y la estabilidad son esenciales para permitir el desarrollo de esta región asolada por la violencia.