Cuando hablamos de noticias de la industria musical, es imposible pasar por alto el último escándalo que sacudió a Spotify. De hecho, la plataforma de streaming anunció recientemente que ya no pagará a los artistas cuyos títulos generen menos de 1.000 reproducciones al año. Una decisión que provocó la indignación de muchos artistas independientes que se verán así privados de una importante fuente de ingresos.
Esta política de remuneración ha suscitado fuertes críticas, y con razón. De hecho, es totalmente injusto que los artistas, que están en el origen de la creatividad y el éxito de la plataforma, se vean privados de sus ingresos en beneficio de artistas que ya son famosos y ricos. Por lo tanto, esta decisión corre el riesgo de tener un efecto perjudicial sobre la diversidad y la innovación musical, ya que se animará a los artistas a sonar como los grandes nombres para poder ganar dinero en Spotify. Así, en lugar de fomentar el descubrimiento de nuevos talentos, la plataforma corre el riesgo de transformarse en un simple clon de la música ya existente.
Sin embargo, en todo el mundo, muchos artistas buscan escapar de estas estructuras opresivas y encontrar formas alternativas de distribuir su música. En Sudáfrica, por ejemplo, cada vez más artistas trabajan con estudios independientes para autoproducir sus obras. Este enfoque permite una verdadera efervescencia creativa, pero también plantea un desafío para los coleccionistas de música que tienen dificultades para mantenerse al día con todos los lanzamientos, principalmente debido a los limitados presupuestos promocionales, la escasez de críticas en los medios y la naturaleza, a menudo, de las escenas musicales locales.
Para superar estas dificultades, es importante destacar artistas y álbumes que a veces han pasado desapercibidos, pero que merecen nuestra atención. Este es el caso del pianista y arreglista Nobuhle Ashanti, originario de Ciudad del Cabo en Sudáfrica, y su primer disco como líder, “Bait for Steps Forward”. El álbum, que ganó un premio en los Mzantsi Jazz Awards, presenta una combinación única de géneros musicales, que combina elementos electrónicos con sonidos instrumentales y letras profundas que abordan las relaciones, la identidad y la historia.
En este álbum, Ashanti recurre a la improvisación del jazz, su dominio del teclado y la contribución de talentosos poetas, cantantes e instrumentistas para crear una obra rica y variada. Cada tema del álbum destaca por sus particularidades, ya sea la irónica canción de amor «Ends in Ache», interpretada brillantemente por la cantante Amy Campbell, la suite de oraciones contemplativas o la conmovedora balada dedicada a «Dear Mom», saxofonista. y el profesor Ronel Nagfaal. A través de complejos arreglos y sorprendentes yuxtaposiciones, Ashanti logra expresar su personalidad artística de una manera original y cautivadora..
“Bait for Steps Forward” es, por tanto, un álbum significativo que da testimonio de la evolución de los sonidos del jazz de Ciudad del Cabo y del talento de los jóvenes artistas de esta prometedora escena. Al demostrar una gran creatividad y un impresionante dominio técnico, Nobuhle Ashanti deja su huella y ofrece una visión renovada de la música jazz contemporánea en Sudáfrica.
Pero el dinamismo de la escena musical de Ciudad del Cabo no termina ahí. La banda de ocho integrantes The Unity Band, dirigida por el baterista Lumanyano «Unity» Mzi, también encarna la diversidad y la mentalidad abierta de esta escena musical. Su último álbum, «Breaking Bread», es un compendio de música ricamente compuesta, que ofrece temas distintivos y pegadizos. El grupo, que incluye al percusionista Lilavan Gangen, que también colabora con Nobuhle Ashanti, demuestra un profesionalismo impecable y una evidente complicidad musical. Sus actuaciones, ya sean complejas composiciones rítmicas o momentos de pura improvisación, demuestran su amor por la música y transmiten una energía contagiosa a su público.
Al final, estos dos álbumes son joyas poco conocidas de la escena musical de Ciudad del Cabo en Sudáfrica, y merecen ser descubiertas y apreciadas. Representan la evolución y la innovación de la música contemporánea en Sudáfrica, así como la resiliencia de los artistas frente a las injusticias en la industria musical. Escuchándolos, no sólo apoyamos a artistas talentosos y comprometidos, sino que también nos abrimos a una riqueza musical insospechada, que está esperando ser descubierta y compartida con el mundo entero.