La actualidad internacional está marcada actualmente por la preocupante situación humanitaria en la Franja de Gaza. A medida que los camiones que transportaban ayuda humanitaria han podido entrar en el enclave palestino a través del cruce de Rafah desde Egipto, aumentan cada vez más las preocupaciones sobre la situación humanitaria en la región.
La entrega de la tan esperada ayuda a los 2,3 millones de habitantes de Gaza se ha complicado aún más por la decisión de varios países donantes de suspender sus contribuciones a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), la principal agencia humanitaria presente en la Franja de Gaza.
Más de una docena de países, incluido Estados Unidos, han anunciado la suspensión de sus contribuciones a la UNRWA, tras las acusaciones israelíes de que 12 empleados de la agencia participaron en los ataques del 7 de octubre en Israel.
Las Naciones Unidas se crearon en 1949 para ayudar a los palestinos desplazados durante la guerra de 1948 tras la declaración de independencia de Israel, y siguen desempeñando un papel fundamental en la Franja de Gaza.
Grupos de ayuda y otras agencias de la ONU han instado a los donantes a continuar apoyando a la UNRWA, advirtiendo de consecuencias catastróficas para la población de Gaza si no lo apoyan.
El paso fronterizo de Rafah se considera el último refugio para los desplazados del enclave.
Crece la preocupación por la seguridad de los casi dos millones de palestinos que se hacinan en la ciudad del sur, por temor a que Israel decida continuar su ofensiva contra Hamás hasta Rafah.
Esto podría empujar a los refugiados a cruzar la frontera hacia Egipto.
La guerra en la Franja de Gaza liderada por Hamas ha devastado grandes áreas del pequeño y asediado enclave, desplazó al 85% de su población y llevó a una cuarta parte de los residentes al borde de la hambruna.
Israel lanzó una contraofensiva después de que combatientes del grupo militante palestino Hamás entraran en Israel el 7 de octubre, matando a unas 1.200 personas y tomando 250 rehenes para llevarlos de regreso a Gaza.
Según funcionarios de salud de Gaza, más de 27.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, han muerto desde entonces en la campaña terrestre y aérea de Israel.
La situación humanitaria en Gaza es grave y requiere atención urgente por parte de la comunidad internacional. Las poblaciones civiles están sufriendo las devastadoras consecuencias de este conflicto, privadas de acceso a necesidades básicas como alimentos, agua potable y atención médica. Es esencial que los países donantes mantengan su apoyo al OOPS para seguir aliviando el sufrimiento del pueblo de Gaza. También es crucial que se fortalezcan los esfuerzos de mediación para lograr una solución duradera que garantice la seguridad y la dignidad para todos en esta región.