“El arte de procrastinar tu rutina de sueño: revelan consecuencias sorprendentes”
Es tarde, te acostaste mucho más tarde de tu hora habitual y te despiertas cansado, sin estar realmente descansado. Si esta situación le resulta familiar, es posible que sea víctima de lo que se llama «procrastinación a la hora de acostarse por venganza», una tendencia creciente en la ciencia del sueño. Este fenómeno se caracteriza por la elección deliberada de sacrificar horas de sueño por tiempo de ocio, motivada por la falta de tiempo libre en la agenda diaria.
Esta práctica está cada vez más extendida entre personas con trabajos estresantes que necesitan distracción sacrificando el sueño. Existe una creciente preocupación por la procrastinación del sueño, y los estudios muestran que los estudiantes universitarios y las mujeres son más propensos a procrastinar el sueño.
Esta propensión a posponer el descanso puede verse influenciada por varios factores, en particular los cronotipos del sueño. Algunos de nosotros somos “búhos nocturnos” y, naturalmente, nos sentimos más despiertos por la noche. Cuando se les obliga a seguir un horario de “madrugador”, es posible que se queden despiertos hasta tarde para relajarse y sentirse más en control de su tiempo. Sacrificar el sueño por el tiempo libre puede ser un intento de ganar tiempo para recuperarse del estrés diario.
Además, también se señala el uso excesivo de las pantallas de los teléfonos. La luz azul emitida por las pantallas puede alterar la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño. Además, los teléfonos inteligentes ofrecen acceso continuo a información e interacciones sociales, lo que hace que sea aún más tentador mantenerse conectado y no sentirse excluido de las últimas noticias o tendencias en las redes sociales.
La falta de autodisciplina también juega un papel importante en este fenómeno. Al final del día, la fuerza de voluntad y la autodisciplina tienden a verse disminuidas. Después de un día agotador de trabajo o estudio, es difícil decir no a las distracciones del teléfono. Por eso es más fácil decir sí a una noche de fiesta con un viejo amor tóxico, incluso si sabes muy bien que es una mala idea.
Por último, trabajar desde casa también ha contribuido al aumento de la procrastinación del sueño. Las jornadas laborales prolongadas y el estrés de trabajar desde casa han reducido el tiempo de ocio habitual, lo que genera un círculo vicioso de estrés y procrastinación del sueño, que provoca problemas de sueño para casi el 40% de las personas.
Es fundamental tomar conciencia del impacto que tiene en nuestro bienestar la “procrastinación a la hora de acostarse por venganza” y encontrar un equilibrio entre nuestra necesidad de relajación y nuestra necesidad vital de un sueño reparador.. Mantenernos conscientes de nuestros patrones de sueño y picos de energía naturales puede ayudarnos a establecer rituales más saludables a la hora de dormir y mantener nuestra salud física y mental a largo plazo. Recuerda que el sueño es un pilar esencial de nuestra salud general y que cuidar tu descanso es una valiosa forma de autocuidado.
En última instancia, al tomar conciencia de estos factores subyacentes que nos hacen sacrificar el sueño por la relajación, estamos mejor equipados para implementar estrategias para equilibrar nuestro bienestar general. Dormir lo suficiente es un acto de amor hacia nuestro cuerpo y nuestra mente, no olvidemos cuidarlos.