El reciente ataque contra las fuerzas de paz en Saké, en la provincia de Kivu del Norte, provocó una fuerte condena por parte de la jefa de la MONUSCO, Bintou Keita. Ocho cascos azules resultaron heridos, uno de gravedad, y fueron evacuados para recibir el tratamiento adecuado. Esta escalada de violencia preocupa a la comunidad internacional, en particular a Francia, representada por Nicolas de Rivière en el Consejo de Seguridad de la ONU.
En una contundente declaración, Francia expresó su apoyo a los miembros de la MONUSCO que fueron víctimas de ataques y pidió sanciones contra los responsables de estos actos. Nicolas de Rivière destacó la importancia de poner fin a los ataques contra la MONUSCO y las misiones diplomáticas en Kinshasa, señalando las campañas de desinformación que alimentan esta violencia.
Además, habló de la retirada progresiva y responsable de la MONUSCO, enfatizando la necesidad de proteger a las poblaciones civiles durante esta transición. Es necesario fortalecer la coordinación entre la Monusco y la fuerza desplegada de la SADC para garantizar la seguridad en la región, y las Naciones Unidas tienen un papel crucial que desempeñar en este proceso.
En conclusión, los acontecimientos recientes han puesto de relieve la determinación de la MONUSCO y la Sra. Keita, así como de los Cascos Azules, en el cumplimiento de su mandato en virtud del capítulo 7. Esperemos que estos esfuerzos conjuntos ayuden a restablecer la paz y la estabilidad en la región de Kivu del Norte. .
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