El trágico naufragio frente a la costa norte de Mozambique sacudió a la comunidad internacional y dejó tras de sí un elevado número de vidas perdidas. Más de 130 personas, entre ellas muchos niños, abordaron un ferry improvisado que se dirigía a la isla de Mozambique desde Lunga, en la provincia de Nampula. Lamentablemente, hasta el momento sólo se ha rescatado a cinco personas, lo que ha dejado una oscura huella de desolación y tragedia.
Según información reportada por medios locales, el departamento de Nampula fue el escenario de este terrible desastre debido a una trágica cadena de acontecimientos. Al parecer, el rumor de un brote de cólera causó pánico entre la población local, lo que llevó a muchas personas a subir a bordo de este barco sobrecargado e inadecuado. Las consecuencias fueron catastróficas, el barco se hundió bajo el peso de sus ocupantes.
Esta tragedia se produce en un contexto ya difícil para Mozambique, que se enfrenta a una mortal epidemia de cólera desde hace varios meses. Con más de 13.700 casos confirmados y 30 muertes reportadas desde octubre de 2023, el país está luchando por detener la propagación de la enfermedad. La provincia de Nampula, ya debilitada por la afluencia de personas que huyen de la violencia en la vecina provincia de Cabo Delgado, se encuentra entre las regiones más afectadas por la epidemia.
Este terrible desastre nos recuerda la fragilidad de la vida humana y la urgente necesidad de implementar medidas preventivas para evitar tragedias similares en el futuro. Las autoridades locales e internacionales deben redoblar sus esfuerzos para garantizar la seguridad de las poblaciones y prevenir nuevos desastres. En este período de duelo y contemplación, nuestros pensamientos están con las víctimas de esta tragedia y sus familias, afligidas por esta terrible pérdida.