Nigeria se encuentra en el centro de la controversia tras la decisión del gobierno de reestructurar el sistema de precios de la electricidad. La medida, anunciada en una conferencia de prensa en Abuja el miércoles 3 de abril, provocó reacciones encontradas entre los nigerianos, provocando debates sobre sus implicaciones para los consumidores y la economía.
Según Pulse Nigeria, el gobierno ha anunciado la eliminación total del subsidio a la electricidad que anteriormente se otorgaba a los clientes de Categoría A, que representan alrededor del 15% de todos los usuarios de electricidad en todo el país. Como resultado, su factura de electricidad aumentará significativamente a partir del día del anuncio.
La medida provocó mucha desaprobación por parte de partes interesadas como fabricantes, sindicatos y grupos de la sociedad civil.
Benson Upah, responsable de información en la sede del NLC, dijo: «La decisión del gobierno no sólo es insensible, sino también cruel. Empobrece aún más a los consumidores, especialmente a los trabajadores cuyos salarios son fijos e insuficientes».
Añadió que el sindicato formularía una respuesta a esta política “perturbadora” después de conversaciones con los órganos pertinentes dentro de la organización.
De manera similar, el ex vicepresidente Atiku Abubakar desaprobó el nuevo precio de la electricidad y dijo que la medida agrava aún más la difícil situación de los nigerianos. En su cuenta de redes sociales, Atiku dijo: “El aumento de las tarifas eléctricas creará más dificultades para los ciudadanos, al tiempo que se exacerban las presiones inflacionarias”.
Por el contrario, el abanderado del Partido Laborista, Peter Obi, aprobó el nuevo precio, pero insistió en que permaneciera dentro de la categoría de clientes de Banda A que son lo suficientemente ricos como para permitírselo. Sostuvo que los ingresos generados podrían utilizarse para subsidiar las tarifas de electricidad de los nigerianos vulnerables y pobres.
Mientras tanto, nigerianos de varias partes del país han expresado su opinión sobre los nuevos precios de la electricidad y el estado de la electricidad en sus respectivas áreas.
Kumashe Yaakugh (Gwarimpa, Abuja) cree que el reciente aumento de las tarifas eléctricas no es bienvenido y agrava las dificultades que ya enfrentan en todo el país. Él cree que una implementación gradual habría sido más apropiada, ya que este repentino aumento del 300% traerá más desafíos económicos, especialmente para los pequeños empresarios que ya están en dificultades.
Abdulsalam Mahmud (Minna, estado de Níger) califica el reciente aumento de las tarifas eléctricas como el colmo de la insensibilidad ante la difícil situación de los nigerianos que sufren. Teme que esto sea la gota que colma el vaso ante las políticas económicas maquiavélicas del gobierno que no hacen más que empeorar sus precarias condiciones de vida.
Isah Ismail (Minna, estado de Níger) dice que el aumento de las tarifas eléctricas es totalmente inapropiado y agrava el sufrimiento de los nigerianos. Señala que en algunas zonas de Níger el suministro eléctrico sufre frecuentes interrupciones, con facturaciones estimadas. Esta situación les impactará negativamente.
Moshood Isah (Nasarawa LGA, estado de Kano) señala que el clima cálido actual en Kano requiere un suministro de energía confiable y asequible para brindar alivio a los residentes. Señala que la distribución eléctrica en su región es intermitente, especialmente desde el anuncio de un aumento en las tarifas eléctricas para los clientes de Banda A.
En conclusión, la controversia en torno al nuevo precio de la electricidad en Nigeria ilustra las preocupaciones de los nigerianos sobre los desafíos económicos que enfrentan. La cuestión de los precios de la electricidad y la calidad del suministro de electricidad plantea preocupaciones legítimas entre la población, lo que requiere medidas reflexivas y equitativas por parte de las autoridades para satisfacer las necesidades de los más vulnerables.