Una tragedia ha sacudido la apacible localidad de Kanwa con el descubrimiento del cuerpo decapitado de Saidu, un niño de seis años. Las autoridades identificaron rápidamente a Abdullahi, un almajiri de 16 años de Zamfara, como el principal sospechoso del crimen.
Según el comisionado de policía Usaini Gumel, un ciudadano alertó a las autoridades al ver a Abdullahi con un cuchillo ensangrentado en la aldea de Kanwa, lo que llevó al macabro hallazgo del cuerpo de Saidu en una escuela cercana.
La situación se tornó aún más trágica cuando una multitud enfurecida atacó a Abdullahi, a pesar de los intentos del jefe de la aldea por protegerlo. El sospechoso falleció a causa de las heridas antes de poder recibir tratamiento en el Hospital Kwankwaso Cottage. Antes de morir, Abdullahi confesó el crimen, admitiendo haber arrojado la cabeza de la víctima a una fosa séptica cercana.
Este horrendo incidente ha conmocionado a la comunidad de Kanwa, generando preocupaciones sobre la seguridad de los residentes, especialmente de los niños. Las autoridades locales han prometido llevar a cabo una exhaustiva investigación para esclarecer la tragedia y asegurar que se haga justicia.
Mientras la gente de Kanwa llora la pérdida de Saidu y las impactantes circunstancias de su muerte, este caso sirve como un recordatorio brutal de la importancia de la vigilancia y la solidaridad comunitaria para prevenir futuras tragedias.