La urgente necesidad de actuar contra la violencia de género en la República Centroafricana

La República Centroafricana, un país sumido en un conflicto armado desde 2013, se enfrenta a un aumento alarmante de la violencia de género. Esta preocupante situación se ve amplificada por un sistema judicial frágil y el estigma asociado con las víctimas que hablan.

A lo largo de 2020, el número de casos denunciados de violencia de género aumentó de 9.200 a 25.500, según datos de las Naciones Unidas y sus socios. Sin embargo, a pesar de este aumento significativo, los fondos internacionales para la República Centroafricana han disminuido, dejando en gran medida ignorada la cuestión de la violencia de género en el apoyo financiero.

Se ha recibido menos del 15% de los 14 millones de dólares solicitados en ayuda humanitaria, afirma la ONU. Esta falta de financiación se atribuye a la fatiga de los donantes y al impacto de las múltiples crisis globales en curso.

Entre los presuntos autores de estos actos de violencia se encuentran varios actores, desde bandidos hasta fuerzas de paz de la ONU y contratistas militares de la compañía Wagner. Las acusaciones de abuso sexual por parte de fuerzas de paz en este país y en otros lugares no son nuevas, y la ONU ha enfrentado estas acusaciones durante mucho tiempo.

Hace tres años, el Secretario General ordenó la repatriación inmediata de todo el contingente de fuerzas de paz gabonesas debido a informes creíbles de abuso sexual. Una mujer, que habló bajo condición de anonimato, dijo que fue violada por un miembro de MINUSCA, la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Centroafricana. Ella testificó sobre dificultades para compartir su historia o buscar reparación, ya que había recibido consejos inadecuados.

Médicos Sin Fronteras ha visto un aumento en el número de sobrevivientes de violencia de género que buscan ayuda, debido a la expansión de sus servicios. Sin embargo, la mayoría de los supervivientes probablemente no se atrevan a denunciar su situación, a menudo debido a la falta de servicios de apoyo disponibles en su región.

Las mujeres que se atreven a testificar tienen dificultades para obtener justicia, indica la Asociación de Abogadas de África Central. La presión de personas cercanas a los agresores puede llevar a las víctimas a abandonar el proceso iniciado.

A pesar de la implementación de medidas destinadas a combatir la violencia contra las mujeres, en particular mediante la adopción de una nueva Constitución, la República Centroafricana todavía lucha por eliminar la agresión sexual.

El país, en conflicto desde 2013, ha sido escenario de enfrentamientos entre grupos armados predominantemente musulmanes y milicias cristianas. Aunque se firmó un acuerdo de paz en 2019, el país sigue inestable y los grupos armados siguen sembrando el terror..

A pesar de la presencia de una misión de paz de la ONU y de tropas ruandesas, así como del grupo mercenario Wagner que opera junto al ejército nacional, los abusos persisten, dejando a las víctimas de violencia de género sin protección ni justicia reales.

Es esencial que la comunidad internacional fortalezca su compromiso financiero y diplomático con la República Centroafricana y apoye los esfuerzos para poner fin a la violencia de género en el país.

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