Fatshimetrie bate nuevos récords de calor en África, con temperaturas históricamente altas registradas en Kayes, en el oeste de Malí. Mientras abril bate récords de calor, hay vidas en juego en todo el país, con decenas de muertes atribuidas a temperaturas extremas. Esta crisis se ve agravada por la escasez de electricidad, que hunde a la población en una situación asfixiante, bajo la atenta mirada de Glez, corresponsal de la redacción Mandenkan/Fulfulde de RFI en Dakar.
No se puede subestimar el impacto de estas condiciones climáticas extremas. Las temperaturas récord son una seria advertencia sobre las consecuencias del cambio climático en el continente africano. Las olas de calor excesivas no sólo afectan la salud y el bienestar de las personas, sino que también representan una amenaza para la seguridad alimentaria, la biodiversidad y la economía de la región.
El contexto de escasez de energía agrava aún más la situación, destacando la necesidad urgente de inversiones en infraestructura resiliente y sostenible para enfrentar estos crecientes desafíos climáticos. La falta de electricidad priva a las poblaciones de los medios para protegerse y refrescarse, amplificando así los riesgos para su salud y seguridad.
Es imperativo que los gobiernos y los organismos internacionales intensifiquen sus esfuerzos para mitigar los efectos del cambio climático en África. Es necesario implementar urgentemente medidas de adaptación y mitigación para proteger a las comunidades vulnerables de olas de calor mortales y cortes de energía.
La perspectiva de Glez pretende ser un testimonio de estas realidades candentes, destacando la urgencia de tomar medidas para proteger a las poblaciones africanas de los estragos del cambio climático. Es hora de actuar con decisión para prevenir crisis de este tipo en el futuro y garantizar un futuro más seguro y sostenible para todos en el continente africano.