En las últimas décadas, África ha enfrentado desafíos en términos de captura del Estado y deterioro democrático. En esta coyuntura, surge la pregunta de cómo garantizar procesos electorales libres, justos y participativos para lograr una gobernanza democrática efectiva. La respuesta a esta cuestión puede residir en la aplicación de la tecnología.
Sudáfrica ha sido elogiada por la organización de elecciones en papel consideradas libres y justas. Sin embargo, la inclusión de candidatos independientes en las boletas plantea nuevos desafíos que podrían requerir un cambio hacia el voto electrónico, considerando la gestión eficiente de la Comisión Electoral Independiente (IEC) en los procesos electorales.
La longitud de las papeletas y su impacto en las elecciones es un aspecto crucial a tener en cuenta. El incremento en la cantidad de candidatos independientes podría influir en las campañas políticas y el comportamiento de los votantes. Además, la posición de los candidatos en la boleta puede generar fatiga de elección y sesgos involuntarios que afectan la participación electoral.
Históricamente, se ha observado que la posición de un candidato en la boleta influye en su desempeño electoral. Este fenómeno fue evidente en el caso del Partido de la Libertad Inkatha (IFP) en las elecciones sudafricanas de 1994, donde su estrategia de intervención posterior a la impresión de las papeletas generó debate.
Para contrarrestar estas estrategias y mejorar los procesos electorales, se plantea la posibilidad de migrar hacia el voto electrónico. Este método ofrece ventajas como la aleatorización de candidatos, facilitación de la navegación en largas listas de postulantes y asistencia personalizada para votantes con discapacidades. Además, la votación electrónica puede agilizar el proceso electoral y promover la participación de los jóvenes.
Aunque la adopción del voto electrónico presenta desafíos como altos costos de inversión, confiabilidad de la red y ajuste del ecosistema de votación, su implementación podría contribuir a una democracia más efectiva y participativa. En un mundo cada vez más digital, la tecnología ofrece una vía para modernizar y hacer más eficiente el sistema electoral, fortaleciendo así la gobernanza democrática en África.