En el centro de la lucha contra la malaria en Kisumu: desafíos y esperanzas en África Oriental

Dentro del Hospital Nightingale en Kisumu, la lucha contra la malaria es una realidad diaria para los pacientes vulnerables que esperan tratamiento. La dificultad de acceso a medicamentos es un desafío constante, ya que los hospitales públicos a menudo carecen de suministros y los centros privados tienen costos inalcanzables para muchos.

Wilson Otieno, de 33 años y contador, ha sufrido tres episodios de malaria que lo han llevado al hospital en repetidas ocasiones. En la ciudad de Kisumu, destaca la difícil situación económica de muchos pacientes que optan por tratamientos privados, más efectivos pero prohibitivamente caros.

Lenser Pauline es otra paciente que acude regularmente al hospital con su hija pequeña para recibir tratamiento contra la malaria. Los costos de los tratamientos, sumados a los gastos de transporte desde zonas remotas, representan una carga financiera importante para las familias.

El doctor Oswal Omondi, médico del Hospital Nightingale, comprende la frustración de los trabajadores de la salud y los pacientes ante la escasez y los altos costos de los medicamentos. A pesar de las recetas médicas adecuadas, los pacientes a menudo se enfrentan a la falta de disponibilidad o los precios excesivos de los tratamientos.

La malaria afecta a personas de todos los estratos sociales y puede resultar mortal, como destaca Humphrey Kizito Otieno, Jefe de Vigilancia de la Mortalidad en el Instituto de Investigación Médica de Kenia. Él ha perdido a sus padres y seis hermanos a causa de esta enfermedad, señalando que algunas creencias culturales retrasan la búsqueda de tratamiento y se prefieren métodos alternativos.

A pesar de los desafíos, se han logrado avances en la producción local de medicamentos esenciales. La empresa keniana Universal Corporation Limited ha obtenido la aprobación de la Organización Mundial de la Salud para fabricar un medicamento crucial contra la malaria. Este avance refleja el compromiso de África con la autosuficiencia en la producción de fármacos, una prioridad en la agenda de los gobiernos y los profesionales de la salud tras la pandemia de COVID-19.

Se necesita una mayor inversión en la fabricación de medicamentos para combatir enfermedades en países de bajos y medianos ingresos, según Michael Mungoma, decano de la Facultad de Farmacia de la Universidad Mount Kenya. Reducir la dependencia de medicamentos importados, especialmente para tratar la malaria, es vital para garantizar un acceso continuo a la atención médica de calidad en regiones vulnerables como África.

A pesar de los avances, la malaria sigue siendo un importante desafío para la salud pública. En el Día Mundial de la Malaria, Kenia reafirma su compromiso de combatir esta enfermedad devastadora, ofreciendo esperanza de un futuro donde la malaria sea finalmente vencida.

Para obtener más información sobre este tema, consulta el enlace: Kenya local anti-malaria drug production signals progress.

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