En el reciente tumulto político en Nigeria, el estado de Kano ha vuelto a ser el foco de atención debido a acusaciones de manipulación por parte del gobierno en el poder. La convocatoria de una manifestación de protesta organizada por el gobierno estatal ha sacudido la escena política del país, revelando problemas de poder subyacentes.
Según denuncias del partido gobernante APC (Congreso de Todos los Progresistas), el gobierno de Kano habría reclutado a manifestantes, en su mayoría miembros del grupo Kwankwasiyya, algunos provenientes de la zona Centro Norte, para participar en la protesta. El camarada Okpokwu Ogenyi, asesor especial del presidente nacional del Grupo de Apoyo y Sociedad Civil del APC, ha afirmado que la protesta fue organizada por Sanusi Bature, secretario jefe de prensa del gobernador de Kano, quien presuntamente aseguró poder derrocar al actual gobernador Ganduje.
Algunos manifestantes, que se sintieron insatisfechos con su remuneración, revelaron la posible manipulación detrás de la protesta al afirmar que les prometieron cincuenta mil nairas cada uno, pero solo recibieron diez mil nairas. Además, se descubrió que algunos manifestantes contratados, que se presentaron como miembros del APC Central Norte, en realidad formaban parte de Kwankwasiyya y fueron identificados como elementos financiados.
En una declaración obtenida por Pulse, el asesor especial de Ganduje describió la situación como desafortunada y un acto de extrema desesperación, instando a la vigilancia de las fuerzas de seguridad para garantizar la seguridad de todos. El líder del APC emitió una advertencia al gobernador Yusuf y a otros individuos en Kano que conspiran contra Ganduje, advirtiéndoles que su plan fracasará.
Esta compleja situación en Kano pone de manifiesto las tensiones y luchas internas de poder en la política nigeriana, destacando la importancia de la transparencia y la integridad en el proceso democrático. Para más detalles, puedes consultar el artículo en Pulse.