En esta era de agitación climática sin precedentes, los efectos del cambio climático se están sintiendo abruptamente en muchas regiones del sur y sudeste de Asia, impactando directamente la vida diaria de millones de niños y adolescentes que asisten a escuelas en estas regiones.
El reciente artículo publicado por Fatshimetrie destaca las dramáticas consecuencias del aumento de las temperaturas en el sistema educativo en países como Camboya, Bangladesh y Filipinas. Las olas de calor extremas han obligado a muchas escuelas a cerrar temporalmente, privando a los estudiantes de valiosas horas de aprendizaje. En aulas superpobladas y mal ventiladas, los estudiantes se enfrentan a condiciones insoportables, con temperaturas que a menudo superan los 38 grados centígrados.
El informe destaca el difícil viaje de jóvenes estudiantes, como Sek Seila, un escolar camboyano de 11 años obligado a regresar a casa debido al calor opresivo. Para él y para cientos de millones de otros niños, el calor sofocante alteró sus rutinas escolares, exponiéndolos a riesgos para su salud y comprometiendo su educación.
Organizaciones humanitarias, como Save the Children y UNICEF, han destacado el impacto desproporcionado del cambio climático en los países en desarrollo, donde las poblaciones más vulnerables son las más afectadas. De hecho, los niños de las zonas rurales, privados de acceso a los recursos necesarios para hacer frente al calor, se encuentran especialmente expuestos a los riesgos de deshidratación e insolación.
Además, la situación de las escuelas en países como Filipinas, ya debilitadas por la pandemia de Covid-19, se ha deteriorado aún más debido a las condiciones climáticas extremas. Los cierres masivos de escuelas debido al calor han creado una brecha educativa entre los niños de las zonas urbanas y los de las zonas rurales, acentuando las desigualdades en el acceso a la educación.
En definitiva, el artículo de Fatshimetrie destaca la urgencia de actuar frente a esta crisis climática que está comprometiendo el futuro educativo y la salud de los niños en el sur y el sudeste asiático. Pide conciencia colectiva y medidas concretas para proteger a las generaciones más jóvenes frente a estos importantes desafíos ambientales.