Fatshimetria
Unas cuarenta iglesias branhamistas se reunieron en un acto simbólico de solidaridad y oración en la tribuna central de Kindu, en la provincia de Maniema, en la República Democrática del Congo. Estas iglesias, todas afiliadas al movimiento del mensaje del fin de los tiempos, han unido sus voces para un único objetivo: restaurar la paz en el este de la República Democrática del Congo.
Bajo el liderazgo del pastor Amisi Mwana Ngoy, uno de los organizadores de esta iniciativa, estas iglesias demostraron su deseo de consolidar su unidad para convertirse en un modelo de unidad para la población y la nación entera. Según el pastor, la iglesia, si está unida, puede ser el catalizador de un cambio positivo e inspirar unidad dentro de la sociedad congoleña.
Aunque los políticos gobiernan el país, el Pastor resalta la importancia del apoyo espiritual, a través de la oración de las iglesias, para el éxito de sus acciones. Recuerda el impacto de reformadores del pasado, como Lutero, en la transformación de sus respectivas naciones y evoca la esperanza de que la República Democrática del Congo también pueda experimentar un desarrollo significativo, apoyado por la fe y la unidad de las iglesias.
Para el pastor Amisi, la clave para resolver conflictos, como el que azota el este del país, reside en la unidad y la fe de las iglesias. Cree firmemente que la guerra puede terminar si las distintas religiones se unen para mostrar su confianza en Dios.
En conclusión, el pastor Amisi Mwana Ngoy sigue siendo optimista sobre la posibilidad de recuperar la paz en la República Democrática del Congo si las iglesias adoptan un enfoque colectivo y unido. Está convencido de que la oración y la unidad de los creyentes pueden ser poderosas palancas para un cambio positivo y para el advenimiento de una era de prosperidad y paz en la región.