Los últimos soldados franceses han abandonado Níger, poniendo así fin a más de diez años de lucha antiyihadista en el Sahel. La ceremonia de salida de las tropas francesas tuvo lugar en la base aérea de Niamey, en presencia de representantes militares de Níger, Togo y Estados Unidos.
Esta retirada de las fuerzas francesas en Níger marca el fin de una presencia militar que comenzó en 2013 en el marco de la Operación Barkhane. Con alrededor de 1.500 soldados y aviadores presentes en Níger, Francia había desplegado importantes recursos para luchar contra los grupos yihadistas activos en la región de las tres fronteras entre Níger, Malí y Burkina Faso.
Esta retirada de las fuerzas francesas representa un desafío logístico y de seguridad, porque implica un largo viaje de más de 1.700 kilómetros a través de carreteras a veces hostiles. Sin embargo, no se registró ningún incidente importante durante este proceso de retirada.
Esta retirada de las tropas francesas de Níger es parte de una reorganización más amplia de la presencia militar francesa en África. De hecho, Francia planea reducir significativamente su personal militar en todos los países donde opera, con excepción de Yibuti.
Esta salida de las fuerzas francesas también plantea dudas sobre la situación de seguridad en la región del Sahel, ya debilitada por la inestabilidad política y los ataques yihadistas. Los países de la región, como Malí, Burkina Faso y Níger, tendrán que encontrar ahora soluciones para garantizar la seguridad de sus territorios, basándose en particular en alianzas regionales e internacionales.
Francia, por su parte, sigue siguiendo de cerca la situación de seguridad en el Sahel y asegura que seguirá comprometida con la lucha contra el terrorismo en la región. La reorganización de su presencia militar tiene como objetivo fortalecer las capacidades de los países africanos para garantizar su seguridad y promover un enfoque multilateral en la lucha contra el terrorismo.
La salida de las tropas francesas de Níger marca una nueva etapa en la lucha contra los grupos yihadistas en el Sahel. Corresponde ahora a los países de la región hacerse cargo de su seguridad y continuar los esfuerzos contra el terrorismo, con el apoyo de la comunidad internacional. Se está abriendo un nuevo capítulo en la estabilidad y seguridad de la región del Sahel.