Desde su instalación el miércoles 22 de mayo, la Oficina definitiva de la Asamblea Nacional de la República Democrática del Congo para la legislatura 2019-2023 ha suscitado atención y debate. Compuesta por siete miembros, esta Oficina tiene como misión gestionar el trabajo parlamentario con toda la seriedad y ética requerida.
Entre los miembros de esta nueva Oficina, sólo un miembro electo proviene de la oposición. En este caso se trata de Dominique Munongo, relator adjunto, en representación del partido Ensemble pour la République. Esta composición heterogénea plantea inmediatamente dudas sobre el equilibrio político dentro de la Asamblea Nacional.
La presidencia de esta Oficina está confiada a Vital Kamerhe, figura de la Unión para la Nación Congoleña (UNC), mientras que Jean-Claude Tshilumbayi, de la Unión para la Democracia y el Progreso Social (UDPS), ocupa el cargo de segundo vicepresidente. En cuanto al vicepresidente segundo, es nombrado en la persona de Christophe Mboso, de la Convención para la República y la Democracia (CRD), reuniendo así una diversidad representativa de las diferentes corrientes políticas del país.
Jacques Djoli, del grupo A Nous de Construct le Congo (ANB), es nombrado ponente, mientras que Dominique Munongo es nombrado ponente adjunto, representando así a la oposición en el seno de este órgano parlamentario. Chimène PoliPoli, de la AFDC-A, es elegida cuestora, y Grace Neema Paininye, del Pacto por un Congo Recuperado (PCR), ocupa el cargo de cuestor adjunta.
Esta composición de la Mesa final de la Asamblea Nacional exige un análisis en profundidad del equilibrio de fuerzas políticas presentes y el impacto que esto podría tener en futuros debates parlamentarios. El objetivo principal de este equipo es asegurar el adecuado funcionamiento y la representación democrática dentro del cuerpo legislativo del país. Ahora corresponde a estos miembros trabajar juntos en beneficio de la Nación y respetando los valores democráticos por los que fueron elegidos.