Los beneficios de la actividad física para los niños pequeños: una inversión en la salud del futuro

Los beneficios de la actividad física desde una edad temprana son ahora ampliamente reconocidos por los expertos en salud pública. Siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niños de uno a dos años deben dedicar al menos 180 minutos al día a una variedad de actividades físicas, incluyendo distintos niveles de intensidad, que van desde la intensidad moderada hasta la sostenida, y repartidas por todo el mundo. día.

Las implicaciones de esta recomendación son profundas. De hecho, la actividad física regular desempeña un papel vital en la prevención y el tratamiento de una amplia gama de enfermedades no transmisibles, como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes y ciertos tipos de cáncer. Al realizar actividades físicas adecuadas desde una edad temprana, los niños no sólo pueden fortalecer su sistema inmunológico, sino también promover el desarrollo de sus habilidades motoras, de coordinación y cognitivas.

Para los padres, es una responsabilidad crucial fomentar y apoyar la actividad física en sus pequeños. Al ofrecer juegos y actividades divertidas que estimulan el movimiento y la exploración, contribuyen al desarrollo integral de sus hijos. Estos momentos de complicidad también pueden fortalecer el vínculo emocional entre padres e hijos, al tiempo que establecen hábitos de vida saludables para el futuro.

Es importante destacar que la actividad física no se limita a la práctica deportiva estructurada. Las actividades diarias, como caminar, bailar, jugar libremente y explorar el entorno, brindan oportunidades para que los niños se muevan y prosperen física, emocional y socialmente.

En conclusión, la inversión en actividad física para niños de uno a dos años es un importante problema de salud pública. Al brindar a estos pequeños condiciones favorables para su desarrollo motor y cognitivo, los padres y profesionales de la primera infancia ayudan a construir las bases de una vida sana y equilibrada. Al garantizar que cada día haya al menos 180 minutos de actividad física variada, estamos dando a nuestros hijos las claves de su bienestar a largo plazo.

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