Fatshimetria
Por Gaël Hombo
El fútbol, a menudo denominado deporte universal, también puede ser un poderoso vector de identidad nacional. Teniendo esto en cuenta, los jugadores que representan a su país en el escenario internacional son de particular importancia. Joris Kayembe, lateral izquierdo de la selección congoleña, encarna este orgullo y este profundo apego a sus colores.
En una entrevista con Fatshimetrie, Joris Kayembe expresó su visión de la selección congoleña. Para él, no sólo priman las habilidades deportivas, sino sobre todo el compromiso y el amor por su país. “¡Quienes aman el país y están listos para usar sus camisetas son bienvenidos! «, el esta estresado. Este requisito demuestra su convicción de que sólo los verdaderos patriotas deben representar a la República Democrática del Congo en el escenario internacional.
Con seis internacionalidades en su haber, Joris Kayembe demuestra su determinación de dar lo mejor de sí mismo para honrar a su país. Considera su papel dentro de la selección nacional como el de embajador de un pueblo orgulloso y solidario, y esto va mucho más allá del simple marco deportivo. “Estamos en la selección para hacer nuestro trabajo como embajadores de un pueblo grande y solidario, que no quiere estar ahí. Estamos orgullosos de vestir estos colores”, afirmó.
La exigencia de Joris Kayembe demuestra una concepción del fútbol como vector de valores y de identidad nacional. Para él, la selección es mucho más que un simple equipo de fútbol, es un símbolo de unidad y orgullo de todo un país. Su discurso plantea importantes interrogantes sobre el papel de los atletas de alto nivel como representantes de su nación y los valores que transmiten a través de su compromiso en el campo.
En definitiva, Joris Kayembe encarna perfectamente la noción de patriotismo y orgullo nacional en el deporte. Su visión exigente de la selección congoleña destaca la importancia del compromiso y el amor por su país más allá de las actuaciones deportivas. Vistiendo en alto los colores de la República Democrática del Congo, da ejemplo y recuerda la importancia de los valores que sustentan la práctica del fútbol a tan alto nivel.