El cambiante panorama político de Sudáfrica: ¿hacia una coalición gubernamental histórica?

El panorama político en Sudáfrica está preparado para una agitación histórica, y las recientes elecciones destacan la posibilidad de una coalición de gobierno nacional, una novedad en el país. Los resultados parciales de las elecciones del miércoles sitúan al Congreso Nacional Africano (ANC), en el poder desde el fin del apartheid, lejos de la mayoría, con poco menos del 42% de los votos, según los resultados parciales disponibles mientras continúa la cuenta atrás.

Esta dramática caída en el apoyo al ANC, del 57,5% en las elecciones nacionales anteriores en 2019 a menos del 42% este año, indica un cambio importante en el panorama político sudafricano. Si bien hasta ahora el ANC tenía asegurada la mayoría, la idea de una coalición gubernamental es cada vez más posible, una perspectiva sin precedentes que plantea cuestiones y debates complejos.

La Comisión Electoral anunció que los resultados finales se anunciarían el domingo, si no antes. Todos los partidos políticos importantes han expresado su intención de esperar a conocer estas cifras definitivas antes de iniciar conversaciones para formar una coalición. La atención del país ahora se centra en socios potenciales con quienes el ANC podría gobernar conjuntamente la economía más desarrollada de África en caso de perder su mayoría.

Los dirigentes del ANC dijeron que se reunirían para considerar qué sería lo mejor para el país. Abundan las especulaciones sobre las opciones futuras del ANC, especialmente porque el partido aún no ha revelado sus intenciones con respecto a una coalición, mientras que muchos grupos políticos compiten por escaños. Los principales partidos de oposición son la Alianza Democrática, los Luchadores por la Libertad Económica y el nuevo Partido MK, liderado por el ex presidente sudafricano Jacob Zuma.

Si el ANC pierde su mayoría, tendría implicaciones para el presidente Cyril Ramaphosa, elegido por los parlamentarios. Luego, el partido tendrá que conseguir el apoyo de otros partidos para volver a nombrar a Ramaphosa para un segundo mandato. Con un plazo de 14 días para las elecciones presidenciales, el tiempo se acaba y cualquier retraso en la formación de una coalición podría empeorar la inestabilidad económica.

Se ha planteado la posibilidad de una coalición entre el ANC y la Alianza Democrática, aunque el líder de esta última deberá hablar primero con otros partidos pequeños con los que ha llegado a un acuerdo preelectoral. Esta situación sin precedentes abre nuevas perspectivas políticas para Sudáfrica y podría marcar un importante punto de inflexión en la vida política del país.

Las negociaciones de coalición dependerán en gran medida de la brecha entre el puntaje actual del ANC y una mayoría absoluta. Si el partido está cerca de la marca del 50%, podría recurrir a varios partidos más pequeños para alcanzar la mayoría.. Por otro lado, si todavía está lejos de este objetivo, tendrá que cooperar con uno de los tres principales partidos de la oposición, con ideologías muy diferentes.

La posibilidad de una coalición entre el ANC y los Luchadores por la Libertad Económica o el Partido MK podría generar preocupación entre los inversores debido a las promesas de los partidos de nacionalizar partes de la economía más desarrollada de Sudáfrica del continente. Por otro lado, los inversores acogerían con agrado la inclusión de la Alianza Democrática, más favorable a las empresas.

El ANC ha disfrutado de una clara mayoría desde el fin del apartheid en 1994, cuando Nelson Mandela se convirtió en el primer presidente negro del país. Sin embargo, su popularidad ha disminuido en los últimos años debido a problemas económicos y escándalos de corrupción. La reciente crisis eléctrica, con cortes de energía en todo el país, ha alimentado estas críticas.

La disminución del apoyo al ANC también se explica por las persistentes dificultades socioeconómicas en Sudáfrica, marcada por una pobreza generalizada y una de las tasas de desempleo más altas del mundo. Si bien el partido fue elogiado por sus esfuerzos iniciales para combatir las desigualdades heredadas del apartheid, muchos sudafricanos ahora lo culpan por fallas en los servicios públicos básicos y la corrupción endémica.

Como tal, las elecciones de este año podrían marcar un punto de inflexión crucial en la historia política de Sudáfrica, destacando los desafíos que enfrenta el país y los profundos cambios que podrían resultar. Esta posibilidad de una coalición gubernamental sin precedentes representa un nuevo capítulo en la democracia sudafricana, allanando el camino para una nueva era política llena de incertidumbres y potencial.

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