En un contexto marcado por cuestiones económicas y desafíos vinculados a la gestión eficiente de las empresas públicas, un reciente anuncio de la Inspección General de Hacienda está suscitando interés y reflexión en el sector financiero. De hecho, durante una importante reunión celebrada en la Inspección General de Finanzas, Jules Alingete, inspector general de Finanzas encargado del servicio, declaró oficialmente el fin de las misiones de gestión en establecimientos y empresas públicas.
Esta decisión estratégica fue motivada por la necesidad de redistribuir inspectores financieros hacia misiones prioritarias destinadas a fortalecer los mecanismos de movilización de ingresos de las autoridades financieras. De esta manera, podrán apoyar plenamente al nuevo gobierno en sus iniciativas de buena gobernanza y desempeño financiero.
Durante su intervención en este encuentro crucial, Jules Alingete subrayó que los agentes de las empresas públicas han sido ampliamente formados y dotados de las herramientas necesarias para garantizar una gestión rigurosa y conforme a las normas establecidas. Este desarrollo marca un paso importante en la gobernanza de las entidades públicas, destacando la responsabilidad y autonomía de los agentes en la gestión de sus respectivas estructuras.
Sin embargo, el seguimiento periódico y la evaluación rigurosa siguen siendo esenciales. En este sentido, Jules Alingete mencionó la instauración de una evaluación de las empresas y establecimientos públicos el próximo año para garantizar el cumplimiento de los parámetros de gestión establecidos durante la supervisión de la Inspección General de Hacienda.
Por parte de la Asociación Nacional de Establecimientos Públicos y Empresas de Cartera (ANEP), el Secretario Ejecutivo, Patrick Ngulu, expresó su agradecimiento al Presidente de la República por este enfoque destinado a promover la transparencia y la eficiencia en la gestión de las empresas públicas. Destacó la importancia de que los fideicomisarios sigan aplicando los principios de buena gobernanza y gestionen estas entidades con responsabilidad, incluso después del final de la supervisión.
El encuentro también se caracterizó por intercambios constructivos y fructíferos entre los agentes y representantes de la Inspección General de Hacienda, sugiriendo una colaboración reforzada y una voluntad compartida de garantizar una gestión óptima de las empresas públicas.
En resumen, este anuncio marca una transición significativa en la gobernanza de las empresas públicas, destacando la importancia de empoderar a las partes interesadas y adoptar prácticas de gestión transparentes y eficientes. Este desarrollo abre nuevas perspectivas para el sector financiero, al fomentar una cultura de desempeño y rendición de cuentas dentro de las instituciones públicas.