La cuestión de la conservación de la electricidad es un tema crucial en nuestra sociedad contemporánea, donde la conciencia sobre la ecología y la preservación de los recursos naturales está creciendo cada vez más. Uno de los conceptos erróneos comúnmente citados es que apagar las luces ahorra energía. ¿Pero es éste realmente el caso?
Es cierto que apagar las luces cuando no las necesitamos es un buen hábito a adoptar. Sin embargo, según una investigación publicada en Science Direct, cambiar a bombillas más eficientes, como las LED, puede ofrecer un ahorro de energía mucho mayor.
La clave está en la elección de la bombilla. Si utilizas una bombilla de bajo consumo no es necesario encenderla y apagarla constantemente. Por ejemplo, una bombilla incandescente de 100 vatios y una bombilla LED de 14 vatios proporcionan el mismo brillo.
Pongamos un ejemplo concreto: si necesitamos luz durante 2 horas de cada 10, el LED utiliza 28 Wh mientras que la bombilla incandescente utiliza 200 Wh durante esas 2 horas. Incluso si el LED permanece encendido durante las 10 horas completas (o 140 Wh), sigue utilizando menos energía que los 800 Wh que desperdicia la bombilla incandescente cuando está encendido durante las 8 horas restantes.
Esto demuestra que cambiar a una bombilla LED ahorra más energía que estar atento a apagar una bombilla ineficiente, incluso teniendo en cuenta un posible uso «accidental».
Si bien puede haber situaciones específicas en las que apagar las luces sea más efectivo, en la mayoría de los casos, reemplazar las bombillas ineficientes por LED es la estrategia de ahorro de energía más impactante.
Sin embargo, el mejor enfoque es reemplazar las bombillas ineficientes por LED y apagarlas cuando no estén en uso. Para reducir su consumo de electricidad y los costos asociados, también puede considerar las siguientes acciones:
– Realizar una auditoría energética
Su proveedor de electricidad puede proporcionarle un resumen detallado de su consumo de energía, que le ayudará a decidir qué aparatos apagar y cuáles dejar encendidos.
– Utilice su aire acondicionado de forma intermitente e invierta en un humidificador de aire
Los aires acondicionados consumen mucha energía, por lo que usarlos de forma intermitente e invertir en un humidificador de aire puede ayudar a reducir el consumo de energía.
– Apagar el frigorífico de forma intermitente.
Si tu frigorífico ha alcanzado una temperatura de congelación, puedes ponerlo en modo de espera durante una o dos horas para ahorrar energía. Los refrigeradores consumen mucha energía. El consumo de energía de un frigorífico doméstico puede variar mucho, oscilando normalmente entre 350 y 780 vatios..
– Comprar electrodomésticos energéticamente eficientes.
Muchas empresas de electrónica están haciendo que sus dispositivos sean más eficientes energéticamente, así que considere reemplazar los dispositivos más antiguos por modelos más nuevos y eficientes.
En conclusión, es fundamental adoptar hábitos eco-responsables y optar por soluciones más eficientes para reducir nuestra huella energética y contribuir a la preservación de nuestro planeta. Al tomar medidas simples pero sensatas, todos podemos desempeñar un papel en la protección de nuestro medio ambiente y la promoción de un consumo de energía más sostenible.