La comuna rural de Kanyabayonga, situada en el territorio de Lubero, en Kivu del Norte, es escenario de un fenómeno notable en los últimos días: el retorno paulatino de la población. Esta noticia fue confirmada por la sociedad civil local, que destaca que alrededor del 50% de los residentes han optado recientemente por regresar a su región de origen.
Esta oleada de retornos parece estar directamente relacionada con las recientes operaciones militares llevadas a cabo en la zona, que han garantizado un clima de tranquilidad, sin que se haya informado de combates durante 48 horas. Daniel Kamwanga, presidente de la sociedad civil de Kanyabayonga, destaca la importancia de mantener esta dinámica, en particular ejerciendo una presión constante sobre los rebeldes del M23 para que sigan asegurando la región.
Es interesante observar que este movimiento de retorno de la población afecta principalmente a los ocho barrios de la parte de Kanyabayonga, lo que sugiere una verdadera renovación de la esperanza entre los civiles. Sin embargo, la situación sigue siendo más delicada en la parte de Bwito, donde un número menor de personas ha optado por regresar. Pese a todo, las acciones de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC) contribuyeron a fomentar estos movimientos de retorno.
El presidente de la sociedad civil de Kanyabayonga no dejó de elogiar la destreza del ejército y su conducta considerada profesional. Cree que estos recientes avances podrían haber evitado la caída de varias localidades en manos de los rebeldes si se hubieran llevado a cabo previamente. Este reconocimiento hacia el ejército va acompañado de un fuerte sentimiento de alivio expresado por la población civil, que ahora percibe a los soldados como un símbolo de protección y seguridad.
Sin embargo, sigue siendo necesaria una vigilancia, como lo demuestra la alerta lanzada por Daniel Kamwanga sobre un posible movimiento de rebeldes del M23 en la región. Los informes indican que los rebeldes tomaron botes en el lago Edward, dirigiéndose hacia lugares como Vitshumbi y Lunyasenge. Esta situación pone de relieve la importancia de mantener la presión sobre los grupos armados para garantizar la estabilidad y la paz en la región.
En conclusión, el regreso gradual de la población a Kanyabayonga es un reflejo de los avances militares y de la nueva seguridad en la región. Si bien acogemos con satisfacción la labor de las FARDC, es esencial permanecer vigilantes frente a las amenazas persistentes y continuar los esfuerzos por pacificar el este del país.