El anuncio del experto en agua Abbas Sharawy sobre el quinto llenado previsto del embalse de la Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD) ha provocado un intenso debate y preocupación entre la comunidad internacional. Este nuevo paso en el desarrollo de la presa tiene implicaciones importantes y plantea preguntas cruciales sobre su impacto en los países ribereños, particularmente Egipto.
La estabilización del nivel del embalse GERD en 35 mil millones de metros cúbicos desde febrero pasado ha sido un punto de referencia importante para evaluar futuros llenados. El cuarto llenado se detuvo en septiembre de 2023 a un nivel de 41 mil millones de metros cúbicos, y Etiopía abrió entonces las compuertas de descarga de la presa para bajar el nivel del embalse y permitir terminar las obras del aliviadero central.
Es fundamental señalar que Etiopía no ha utilizado el agua liberada del embalse GERD para generar energía, pero planea desviar esta agua durante la próxima temporada de lluvias. El quinto llenado del embalse, previsto para comenzar el 20 de julio, añadirá unos 23.000 millones de metros cúbicos de agua, elevando el nivel a 640 metros sobre el nivel del mar.
Abbas Sharawy destacó que cada metro cúbico de agua almacenado en el embalse del GERD representa una reducción en la asignación de agua de Egipto. Aunque parte de esta agua almacenada será devuelta a Egipto cuando las turbinas estén operativas, el país seguirá satisfaciendo sus necesidades diarias de agua del lago Nasser durante el período de llenado.
Las implicaciones de este quinto llenado son amplias y profundas, particularmente con respecto a las negociaciones en curso entre Egipto, Etiopía y Sudán. La transparencia, la cooperación y la comunicación abierta entre países son esenciales para garantizar la gestión sostenible de los recursos hídricos del Nilo.
Es imperativo que todas las partes interesadas se comprometan a encontrar soluciones pacíficas y equitativas para garantizar la estabilidad y la prosperidad de la región en su conjunto. El futuro del Nilo depende no sólo de las represas y embalses, sino de la voluntad política de trabajar juntos por un futuro mejor para todos los habitantes de la región.
En conclusión, el quinto llenado del embalse del GERD es un acontecimiento importante que requiere un enfoque concertado y colaborativo para garantizar el uso sostenible y equitativo de los recursos hídricos del Nilo. Es hora de que los países ribereños trabajen juntos para superar los desafíos y aprovechar las oportunidades que ofrece este recurso vital.